Ady Gatoux, a quien muchos no conocen, es un gran músico guadalupeño. Será el invitado de honor de la animación “Diks la si Do” en la Médiathèque Caraïbe Bettino Lara en Le Carmel, Basse-Terre, este viernes 27 de septiembre a las 7:00 de la noche. Presentará su último álbum titulado “Le rythme Takouta, Léwòz à lizin”.
En una biografía, la cantante de gwoka, Marie-Line Dahomay, quien también es la responsable de proyectos culturales y la cobradora de música tradicional en la Médiathèque Caraïbe, nos ayuda a conocer al hombre que inventó con otro tanbouyé, hace más de 40 años, el concepto polirrítmico de Takouta que todavía se toca hoy en día.
Aprendemos que Ady Gatoux tiene 69 años. Nacido en una familia de músicos, aprendió piano y solfeo y descubrió varios géneros musicales como el clásico, el gospel y el jazz. Pero a los 15 años, eligió otro instrumento, el ka, y otra música, el gwoka; hay que decir que el destino quería que cruzara el camino del “Maestro”, Marcel Lollia, mejor conocido como Vélo: le veía tocar en la calle en Pointe-à-Pitre cuando regresaba a casa despuès de la escuela. Esta elección provocó la ira de su padre… Como otros guadalupeños en busca de sus raíces, incluido los de Pointe-à-Pitre, el joven se fue a Jabrun en el municipio de Baie-Mahault, para reunirse con otro “Maestro”, Guy Konkèt, y desarrollar su conocimiento de los siete ritmos del gwoka. Incluso le pidió que integrara su “Groupe Ka” sin que le pagara y, durante cuatro años, se presentará en concierto en Guadalupe y Martinica con los miembros.
Después de haber creado el grupo Takouta, que era “un nuevo enfoque de la música gwoka originado por el trance” y desarrollado espectáculos de “léwòz trascendentes” durante los cuales los espectadores se ensimismaban en lugar de aplaudir, a principios de la década de 1970, Ady Gatoux, y otros tanbouyé como Michel Halley, Frantz Camphrin apodado Isteng’Brendeng, Jocelyn Hubbel apodado Lenlen y Jean-Pierre Sabine apodado Marseau, se fueron primero a la isla de Marie-Galante, luego a la isla de Désirade en plena montaña. Ady Gatoux que era el mayor del grupo, dijo que él había “desarrollado el don de comunicación con los antepasados” gracias a este nuevo concepto polirrítmico llamado “Takouta”. Además, era un “mensaje” que le habría pedido que se exiliara en el campo para enseñar a los jóvenes miembros del grupo, principalmente habitantes de la ciudad, la vida en el campo ya que la música gwoka nació en las plantaciones durante la esclavitud. Este exilio también debería permitir que su música obtuviera “mayor autenticidad”. Varios ritmos se crearon por esta búsqueda musical: el Takouta-graj, el Takouta-woulé, el Takouta-toumblak, etc. Después de dos años y medio lejos de todo, Takouta, que ahora se presentaba como un grupo de protesta de Désirade y pensaba que había “madurado”, decidió regresar a Guadalupe. “Gracias a Takouta, la banda obtiene un poder tan rítmico que provoca reacciones inesperadas a su alrededor. Un día, una persona minusválida se levanta bruscamente de su sillón de ruedas mientras les escucha. Otra vez, un cabrito se pone sobre sus patas traseras para bailar”, contó Marie-Line Dahomay. El nuevo grupo musical comenzó a tocar en Guadalupe y Martinica. Más tarde, otros tanbouyé como el famoso Vélo formará parte de esta aventura musical ; la muerte de este “Maestro” en 1984 señalará el final progresivo de Takouta. En cuanto a su líder, Ady Gatoux, tres años después, irá a vivir con su hermana en Canadá. Allí, empezó de nuevo a cantar y tocar Gospel y a estudiar la música. Cuando regresó a su isla natal, formó parte de la compañía folklórica Caribana.
Hoy, el músico guadalupeño vive en Francia, toca jazz pero nunca olvidó que el gwoka durante su juventud era “un volcán rítmico”.