Este sábado, 3 de febrero de 2018 alrededor de las 6:30, un sistema de sonido, voces y algunos scooter me llamaron la atención. Era un desfile de carnaval, pero no estaba en el calendario de eventos previstos por los organizadores. Salí de mi casa con prisa esperando sólo hacer un video. Vi llegar delante y detrás de la camioneta que transportaba los decibeles, quizás 300 o 500 personas, en cualquier caso, varios cientos de “carnavaleros” cubiertos de jarabe negro hecho con caña de azúcar que bailaban al ritmo del jump up, del bouyon, de la soca. La mayoría de los participantes llevaban ropa informal o poca ropa. Les pregunté a varios de ellos cuál era el nombre de este grupo, me dijeron que no era un grupo, sino personas que se reunieron para la fiesta… Por curiosidad, decidí seguirles en la Place de la Victoire, su próxima parada. Pensaba mentenerme alejada para sacar algunas fotos pero finalmente, decidí unirme al grupo para vivir desde adentro el ambiente “jump up”, este ambiente tan criticado. En efecto, hace unos 20 años, se habían prohibido en el carnaval en Pointe-à-Pitre las “carrozas de jump up”, muy populares entre los nacionales de la isla de Dominica en Guadalupe, que atraían grandes muchedumbres al anochecer, a causa de los actos de violencia… Quizá sea por esa prohibición o esa mala reputación, que algunos participantes llevaban máscaras o se les ocultaban la cara con una camiseta… Esa mañana, no vi ninguna pelea, no sentí ninguna tensión en la Place de la Victoire. Sólo vi a jóvenes de todos los horizontes y algunos no tan jóvenes que se divertían en un buen ambiente. Pude hacer fotos y videos sin ningún problema. Sin embargo, algunas personas que pasaban en coche o hacían las compras en el mercado de La Darse pensaron que cierta ropa era muy provocativa, otros opinaron que este baile que simula una relación sexual era totalmente chocante. Cuando uno ya ha visto otros carnavales en el Caribe de habla inglesa, uno admite más fácilmente que es la cultura del otro…
Alrededor de las 7:10, la “camioneta jump up” dejó con música la Place de la Victoire con los “carnavaleros” detrás de ella, 5 minutos más tarde, vi pasar un coche de la policía nacional. Por mi parte, regresé a casa con la satisfacción de haber participado en mi primer “jump up” aunque yo no estaba disfrazada y no bailé.