El célebre músico Pablo Casals pasó los últimos 17 años de su vida y exilio en Puerto Rico. Su figura se nos revela a través de una exposición en la nueva sede del Museo Casals.
Cuando uno llega frente a la Sala Sinfónica, en Santurce (San Juan de Puerto Rico) nota algo distinto en la fachada. Sobre los grandes vitrales del moderno edificio una cara observa al visitante : es Pablo Casals, el célebre músico catalán que vivió sus últimos años de exilio en Puerto Rico. El motivo es una reproducción en gran tamaño de un dibujo de Ramon Casas, otro catalán, en este caso pintor y amigo del maestro quien lo retrató cuando era joven. En el vestíbulo del edificio la exposición “Pablo Casals un músico comprometido”, nos invita a conocer mejor la figura del que fue músico, compositor y director de orquesta y cuya madre nació en Puerto Rico. La Sala Sinfónica centro de ensayos de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, hace solo seis meses que acoge también la nueva sede del Museo Casals, situado en el pasado en el Viejo San Juan. “Este año se conmemoran 60 años del Festival Casals, por eso y por nuestro cambio de ubicación era necesario volver a hacer visible la figura del Maestro” nos explica José Delannoy administrador del Museo Pablo Casals.
Un ejemplo para los jóvenes
Muchos conocen el amplio legado musical que Casals dejó en la Isla y que se casó con una puertorriqueña, sin embargo muy poco se sabe de sus años de juventud y de su faceta como hombre comprometido con la paz mundial. “Queremos sobre todo darlo a conocer a la gente joven, por eso elegimos esa imagen de Casas, de un Casals joven, muy poco conocido en Puerto Rico, ya que cuando el llegó acá ya tenía 80 años” prosigue Delannoy. La ventaja de tener en la Sala sinfónica la exposición es que por ella pasan diversas generaciones tanto de público como de músicos, que van a ensayar allí y muchos de ellos son jóvenes.“También queríamos que en la nueva sala Pau Casals tuviera una mayor presencia del Maestro, por eso escogimos su firma para hacer el cartel que la anuncia en el exterior del edificio” concluye Delannoy. Esos dos gestos, aparentemente sencillos han sido bien efectivos a la hora de invocar el espíritu Casals, y convertirlo en alguien más real y accessible entre los puertorriqueños.
Muchos lo conocen porque saben que su madre doña Pilar Defilló, nació en el pueblo de Mayagüez (al oeste de Puerto Rico). Sin embargo ella se mudó joven al pueblo de El Vendrell, al sur de Barcelona (España) de donde procedía su familia.
Un defensor de la paz mundial
Allí nació el pequeño Pablo en 1876. Desde muy temprana edad Pau como le llaman en catalán, quiso ser músico. Con sólo 6 años de edad su padre, que fue su primer profesor de música, le construyó su primer instrumento musical : una pequeña calabaza con cuerdas, con la él que empezó a practicar con el talento que con el tiempo revolucionaría la forma de tocar el violonchelo. El público puede contemplar una fotografía de esa calabacita que actualmente se encuentra expuesta en la Fundació Pau Casals de El Vendrell.
La exhibición es muy rica en documentación, sobretodo la parte que hace referencia a su exilio que duró 34 años. Además de la faceta de compositor, intérprete y director de orquesta, también relata la parte más desconocida y es su trayectoria como defensor de la paz mundial que ejerció a lo largo de toda su vida, muy especialmente a partir de la Guerra Civil Española. Ya durante los años 1930’s en España creó la llamada Orquesta Pau Casals y la Asociación Obrera de Conciertos en Barcelona (España), con el propósito de llevar la música clásica a las clases populares. Tras la victoria del dictador español Francisco Franco en 1939, Casals tuvo que abandonar España y quedarse en el pequeño pueblo francés de Prada de Conflent, al otro lado de los Pirineos. Al exiliarse a Francia y al final de la Segunda Guerra Mundial decidió dejar de tocar el chelo como protesta por la pasividad de las potencias europeas ante el régimen de Franco.
Una obra mayor, El Pesebre
En la exposición, a través de cartas también se hace evidente que fue un gran aliado de los refugiados de la Guerra civil Española a quienes ayudó de múltiples formas (incluso económicamente) sobretodo a través de instituciones como el Spanish Refugee Aid. Como señala Delannoy con la actual crisis de los refugiados sirios este un tema muy vigente que merece ser destacado, y que pone de manifiesto la sensibilidad de Casals por el prójimo y el sufrimiento humano.
En 1956 Casals decidió mudarse a Puerto Rico, ya que además de ser la tierra natal de su madre era el país de su discípula Marta Montañez que años más tarde se convertiría en su esposa. Desde la isla del Caribe pudo llevar a cabo su labor en pro de la paz mundial sobretodo con el discurso que dio en la Naciones Unidas en 1958 contra las armas nucleares y con la culminación de una de sus composiciones más importantes : el Oratorio El Pesebre. La magna obra está basada en un poema de su amigo Joan Alavedra basado que destaca el nacimiento de Jesús. La primera partitura que empezó a escribir sobre el Oratorio y que le regaló a Alavedra se puede contemplar también en uno de los expositores.
El Pesebre se estrenó en Acapulco (México) en 1960 y 1963 y 1967 fue interpretado en la sede de ONU para conmemorar el Día de las Naciones Unidas. Tras cumplir 85 años, el Maestro Casals inició un extenso ciclo de presentaciones alrededor del mundo con el fin de promover la paz mundial en el contexto del período de la Guerra Fría que un periodista bautizó como “la cruzada por la paz”. Su poderoso mensaje de pacifista y de libertad todavía hoy llega al público ya que todos los años sobretodo en época navideña se interpreta en distintos países del mundo.
Un sala de investigación
En Puerto Rico fundó el Conservatorio de Música, la Orquesta sinfónica y el Festival Casals, tres instituciones que han sido fundamentales para el desarrollo de la musical de la Isla. Y en 1971 fue comisionado para crear el himno de las Naciones Unidas de la que recibió la Medalla de la Paz poco antes de su muerte, en 1976 en Puerto Rico.
Delannoy termina anunciando que recientemente se aprobó una ley que destinará el tercer piso de la Sala sinfónica para uso exclusivo de los investigadores de su figura “un espacio donde estarán disponibles las fuentes todos y los documentos del fondo del Museo Pablo Casals para que todo el que esté interesado pueda ampliar así el conocimiento de un hombre y una vida ejemplar”, termina.
La exposición “Pablo Casals un músico comprometido” se podrá ver hasta finales de diciembre de 2016 en la Sala Sinfónica en la Avenida Ponce de León de Santurce, Puerto Rico.