Del 2 al 16 de agosto, esta joven artista de 18 años que vive en la ciudad de Les Abymes expuso sus obras en la planta baja del Pavillon de la Ville cerca de la Place de la Victoire en Pointe-à-Pitre. La emoción estaba en el centro de su segunda exposición.
27 obras pintadas sobre todo en 2018 y 2019 (excepto una en 2017 y otra en 2016) compusieron la exposición “Émotionnellement vôtre” de Célia Quellery-Selbonne. Vimos arte figurativo con paisajes o caras de personajes pero también arte abstracto en colores a menudo muy vivos. “No tengo un estilo particular, trato de ser no conformista, las artes visuales son muy grandes pero me gustaría que tan pronto como uno vea una de mis pinturas me reconozca”, dijo la chica. “Cuando pinto, le pregunto a mis familiares lo que piensan, cómo se sienten y me di cuenta de que a través de mis pinturas, estaba buscando emoción”, dijo, sobre la elección del título de la exposición y de las obras.
En la noche de la inauguración, casi 200 personas vinieron al Pavillon de la Ville, el muy conocido artista visual guadalupeño Jacques Gilles que ya Kariculture.net tuvo la oportunidad de presentarles había aceptado ser el patrocinador de la exposición “Émotionnellement vôtre”. Durante estas dos semanas, más de cien visitantes (locales y turistas) vinieron a ver el trabajo de la joven artista que de ninguna manera tenía miedo de hacer frente a la crítica : “soy una persona confiada. Algunas personas apreciaron mis obras y me dieron conocimiento de sus sentimientos. Algunos artistas me aconsejaron sobre las técnicas, acabo de empezar así que todavía tengo muchas cosas que aprender y haré lo mejor que puedo”, ella dijo.
Una primera exposición en 2015
Esta no era la primera vez que la joven artista mostraba su trabajo al público. En efecto, en 2015 Célia Quellery Selbonne tenía sólo 14 años cuando decidió organizar en el Centre Culturel Rémy Nainsouta en Pointe-à-Pitre su primera exposición, titulada “My First Imagination” (como una canción que ella había escrito y cantaba con su hermano menor en ese momento) e compuesta por una veintena de pinturas. Había elegido como patrocinador para su presentación al mundo artístico, otro artista visual guadalupeño muy conocido, Antoine Nabajoth, en cuyo estudio estaba tomando clases desde hacía varios años.
Muy cómoda, había logrado una verdadera hazaña vendiendo todas sus obras : “los compradores eran personas amantes del arte, miembros de mi familia, amigos, representantes políticos…un público muy variado. Sólo estaba presente los miércoles y viernes por la tarde porque tenía que ir a la escuela. No tenía estrés porque, en general, siempre me preparo mentalmente, mi único temor era : “la gente ¿se va a apreciar?” pero fue muy participativa, me dio sus impresiones sobre la exposición, si no le gustó algo, me dijo por qué. También mi juventud le sorprendía“, se acordó la joven artista.
Hoy su madre es un eslabón importante de este éxito porque siempre la anima, se encarga de la parte comunicación con los medios y recibe a los visitantes cuando Celia está ausente…
Una artista precoz
Estas dos exposiciones son sólo “el resultado” de un trabajo artístico iniciado por la niña desde su infancia : “mis padres me contaron que cuando tenía 14 meses, pinté un “fresco”; mi padre tomó este dibujo para hacer una tarjeta de felicitación por Año Nuevo en 2003 (y Célia nos muestra esta famosa tarjeta que representa su primera obra). Cuando yo tenía 4 años, también me sorprendieron mientras yo dibujaba en la pared de mi habitación en medio de la noche, por supuesto me reprendieron y más tarde, hacia los 6 años, decidieron registrarme en el taller de pintura de Antoine Nabajoth”, contó.
Quizás la joven heredó este amor por el arte pictórico de su abuelo materno : “pintaba para divertirse paisajes, aves etc”, dijo. Por su parte, su abuela es seguramente su admiradora más grande porque conserva con cuidado todas sus creaciones hechas desde su infancia…
Célia Quellery-Selbonne, que se graduó de bachiller serie S este año y se matriculará a la facultad de medicina en Fouillole en Guadalupe en septiembre de 2019, no tiene la intención de renunciar a su pasión. “Voy a preparar momentos en los que pueda seguir pintando. Cuando estaba en el último año del bachillerato produje mucho a pesar de los exámenes (…) Estoy tratando de involucrar a las personas en el arte, todos tienen un lado artístico que deben descubrir, por eso quiero que mis exposiciones estén abiertas a todos, es necesario que la imaginación prorrumpa“, dijo la joven artista.