En febrero de 2017, en un programa de “Télé Antilles”, un canal con sede en Francia, el cantante, actor, presentador de radio y televisión y político, Ibo Simon, había declarado claramente que no quería un funeral tras su muerte. Quería que su cuerpo descansara en el cementerio el día de su muerte. De hecho, “funeral” en boca de Ibo Simon significaba sin duda “gran fiesta”, “gran velatorio” y “gran misa”.
“El día que me muera, no quiero un funeral (…) Cuando me muera, la gente vendrá a alabarme, a decirme palabras bonitas, vendrán a comer y a beber (…)”, dijo. Citó el caso del famoso percusionista guadalupeño Marcel Lollia, apodado “Vélo”, fallecido el 5 de junio de 1984. Según él, este último había sido un “vagabundo” toda su vida y no tenía amigos, pero tuvo el mayor funeral del archipiélago porque algunas personas se habían “apropiado” este evento… “Vélo se convirtió en internacional porque su cuerpo fue expuesto en la Place de la Victoire, una cosa prohibida, cuando llegó la policía, si hubieran tocado el cuerpo de “Vélo”, eso habría provocado la mayor guerra civil en Guadalupe”, había dicho al canal. El artista se dirigió con fuerza a los medios de comunicación y a la población para que se respetara su última voluntad.
Finalmente, el 24 de septiembre, en un programa especial dedicado a la muerte de Ibo Simon en Canal 10, donde había trabajado durante años hasta su condena en 2001 por discriminación y odio racial, se supo que se estaba preparando una gran ceremonia. En efecto, Ibo Simon, cuando aún podía hablar a pesar de su enfermedad, había pedido que su cuerpo fuera expuesto bajo el quiosco de la Place de la Victoire en Pointe-à-Pitre, como el tanbouyé “Vélo” hace 38 años, para que toda la población guadalupeña pudiera participar en su velatorio.
También se supo que se habían establecido contactos con el ayuntamiento y se esperaba la respuesta del alcalde de la ciudad muy pronto. En caso de rechazo del municipio, la ceremonia tendría lugar en Canal 10 en la zona industrial de Jarry, en Baie-Mahault.
El entierro tendrá lugar en el cementerio de Basse-Terre, situado no lejos de Bas-du-Bourg, el barrio donde creció el artista. Aunque la familia de Ibo Simon es muy religiosa, no se sabe si el cuerpo del artista entrará en una iglesia.
Tres días después de su muerte, no tenemos noticias sobre estos “funerales nacionales”, pero se supone que los preparativos están en marcha. De todos modos, según la ley, el entierro o la cremación no debe superar los 7 días después de la muerte. Una cosa es segura, sea cual sea el lugar elegido para este velatorio que reunirá a miles de personas, los servicios de seguridad pública no estarán ociosos en Pointe-à-Pitre y Basse-Terre.