Christian Lara, de 84 años, hospitalizado en el Centro Hospitalario Universitario de La Meynard en Fort-de-France, falleció en la noche del sábado 9 de septiembre. Guadalupe, y más ampliamente el Caribe francés, ha perdido a su pionero del cine, un hombre impregnado de cultura, tradición y vida en general en nuestra sociedad.
Nacido en Basse-Terre (Guadalupe) el 25 de enero de 1939, el ex periodista de Le Figaro se convirtió en camarógrafo, montador, guionista, director y productor tras estudiar cine en París. Su película “Coco Lafleur, candidat” (1979) – protagonizada por el actor Greg Germain – que realizó a los 40 años, tuvo muy buena acogida en su isla natal, donde el público, acostumbrado a ir a ver grandes producciones de westerns, kárate u otros, se veía por primera vez en la gran pantalla. Desde entonces, “Luces, cámara y acción” se convirtió en la frase favorita de Christian Lara, que nunca dejó de explorar la sociedad antillana con su cámara.
Su filmografía incluye una treintena de películas, entre ellas “Mamito” (1980), “Vivre libre ou mourir” (1980), “Adieu foulards” (1983), “Sucre amer” (1998), “1802, l’Epopée guadeloupéenne” (2004), “Yafa – Le pardon” (2018) y “Al” (2023). El director estaba rodando “L’homme au bâton”, película basada en la novela del escritor Ernest Pépin, escrita a partir de un suceso ocurrido en Guadalupe en los años 60. Christian Lara era uno de esos directores que tenían un actor favorito; el suyo era Luc Saint-Éloy.
Christian Lara ha recibido varios premios durante su carrera, entre ellos el Premio a la Mejor Película de la Diáspora (Premio Paul Robeson) por “Sucre amer” en el 16º Festival Panafricano de Cine y Televisión de Uagadugú (FESPACO) en 1999 y el Pioneering Filmmaker Award por el conjunto de su carrera en el 21º Festival Panafricano de Cine de Los Ángeles en 2013.