La obscuridad del Covid-19 está cayendo gradualmente en el mundo entero. Las islas del Caribe no escapan a la pandemia. Además del turismo, la cultura – la economía naranja – se ve afectada por esta crisis sanitaria sin precedentes, especialmente con la cancelación en cascada de eventos culturales.
Al principio, el escenario de esta epidemia era China, al otro lado del planeta. Debido a la globalización, el Oriente Medio(Irán, etc.), Europa (Italia, España, Francia, Gran Bretaña etc.), América del Norte y del Sur e inevitablemente el Caribe, que se encuentra en el centro de estos dos grandes continentes están afectados por la enfermedad.
Varias islas del Caribe informaron sobre casos de Covid-19, a veces muertes, y la situación cambia de hora en otra: San Martín, San Bartolomé, República Dominicana, Montserrat, Cuba, Martinica, San Vicente & Las Granadinas, Guadalupe, Jamaica, Antigua & Barbuda, Santa Lucía, Trinidad & Tobago, Islas Caimán, Puerto Rico, Haití etc.
Como en todo el mundo, las autoridades de las islas caribeñas se vieron obligadas a tomar medidas más o menos drásticas para frenar la propagación del virus. Empezó primero con el final prematuro de las escalas de barcos de crucero.
Barcos de cruceros en peligro
Muchos siguieron en directo, por ejemplo, la desventura de los 2,300 pasajeros del Costa Mágica, que fueron rechazados en varios puertos como Trinidad & Tobago, Granada, Santa Lucía, aceptados en San Martín y luego al día siguiente declarados “persona non grata” en la isla franco-neerlandesa, aparcados a 6 km de la costa de Martinica (frente a la ira de los manifestantes) para análisis (que resultó positivo para varias personas, incluidos los miembros de la tripulación) y luego el desembarco de los pasajeros de cruceros martiniqueses para finalmente atracar en el puerto de Pointe-à-Pitre, el 13 de marzo, para permitir el desembarco de pasajeros guadalupeños y el transporte de más de 1,000 pasajeros (prodecentes de Italia, Francia, etc.) en autobuses hacia el Aeropuerto Pôle Caraïbe donde los esperaban aviones especialmente alquilados …
Varios otros barcos de cruceros experimentaron la misma desgracia en el Caribe a causa de casos de covid-19 a bordo. Fue el caso del Costa Favolosa que sufrió el mismo destino que el Costa Mágica…
En Guadalupe, las autoridades organizaron el regreso en avión de casi 5.000 pasajeros de cruceros a su país; los últimos pasajeros del Costa Favolosa eran argentinos que debían volver a casa este jueves por la mañana. Finalmente, abandonarán la Costa Favolosa y el puerto de Pointe-a-Pitre a las 6.30 horas del viernes 20 de marzo, en autobús hacia el aeropuerto Pôle Caraïbe.
Fin prematuro de la temporada de cruceros
Lo mismo ocurrió con el Braemar de Fred Olsen Cruise Lines, que primero pudo detenerse en Curazao, el 10 de marzo, para someterse a pruebas de detección sin desembarcar pasajeros en Willemstad. Luego se denegó la entrada al barco a Barbados y luego a las Bahamas. Los 682 pasajeros británicos, incluidas muchas personas mayores, que fueron a un crucero de 14 días (del 27 de febrero al 12 de marzo) están frente a las costas de las Bahamas, el gobierno británico aún no ha dado su consentimiento para permitir que Cuba les ayude…
En todo el Caribe, la temporada de cruceros se detuvo abruptamente para las compañías ante la negativa de casi todas las islas caribeñas a acoger a sus pasajeros. Además, la Cruise Lines International Association agrupando varias compañías anunció, el 14 de marzo, la suspensión de cruceros durante 30 a 60 días.
En cuanto al tráfico aéreo, en las islas del Caribe, debe “darse a conocer” antes de aterrizar. Países como China, Italia, Irán, Corea del Sur, Francia, España, Alemania, Estados Unidos son considerados como países de alto riesgo.
Francia anunció la reducción gradual del transporte de larga distancia (autobús, tren y avión), lo que obviamente tendrá repercusiones en las islas caribeñas francesas.
Una guerra sanitaria librada por Francia
“Estamos en guerra”, Emmanuel Macron repitió esta frase varias veces este lunes 16 de marzo para pedirle a la población en Francia y en los territorios franceses de ultramar (incluido el Caribe francés) que “se quedara en su casa”, durante al menos 14 días a partir del martes 17 de marzo al mediodía. A los residentes se les permitirá salir por cosas útiles (por ejemplo, ir de compras) mostrando a las fuerzas del orden un certificado del Ministerio del Interior. Esta decisión “extrema” del Presidente de la República Francesa se debe al incumplimiento por parte de algunas personas de la prohibición de reunión solicitada durante su discurso televisado anterior del jueves 12 de marzo. Emmanuel Macron había anunciado el cierre de todas las guarderías, escuelas y universidades a partir del lunes 16 de marzo. Sin embargo, San Martín y San Bartolomé primero habían obtenido de la Prefectura de Guadalupe que sus escuelas permanecieran abiertas… nos habíamos preguntado ¿por qué?
El sábado 14 de marzo, el Gobierno francés había pasado a otra fase en esta lucha contra esta epidemia mundial prohibiendo en todos los territorios franceses (incluidas las islas francesas del Caribe), misas, bautizos, bodas; sólo los funerales se celebrarían pero con menos de 100 personas. Además, las salas de espectáculos, cines, discotecas, restaurantes, bares, cafés así como todas las tiendas “no esenciales para la vida de la Nación” permanecerán cerradas a partir del lunes 16 de marzo. Hubo ayer (martes 17 de marzo) en Francia 7.730 casos de covid-19 y 175 personas muertas.
Cancelaciones de eventos culturales en cascada
Guadalupe, Martinica, San Martín y San Bartolomé se ven afectadas por todas estas medidas de precaución nacionales, sobre todo cuando nos enteramos de que pasajeros de cruceros martiniqueses y guadalupeños imprudentes o apáticos, en lugar de permanecer confinados en su casa durante 14 días, estaban paseando por las calles, centros comerciales y otros lugares públicos al riesgo de contaminar a su entorno si son portadores del Covid-19. Incluso hemos aprendido de que un pasajero de cruceros martiniqués contaminó a su madre que murió…
En las otras islas caribeñas, se cancelaron o pospusieron muchos eventos culturales.
En San Martín/Sint Maarten, el Festival SXM que había empezado el 11 de marzo anunció la cancelación de su último día programado para el 15 de marzo en una cierta confusión que no complació a algunos festivaleros.
En Guadalupe, se canceló el Desfile de Carnaval en rojo y negro del jueves de Mi-Carême del 19 de marzo, una especificidad en el Caribe.
Por lo tanto, se cancelan todas las actividades previstas en el marco de la 22ª edición del Printemps des Poètes, organizada por el Ministerio de Cultura francés del 7 al 23 de marzo, en Guadalupe, Martinica, San Martín y San Bartolomé.
Reinventar la cultura
La isla de Montserrat también cerró sus escuelas y prohibió las reuniones de más de 50 personas hasta el 3 de abril. El rico programa del Festival de San Patricio, organizado del 6 al 18 de marzo, perdió prácticamente todas sus actividades, en particular el Desfile del Día de San Patricio programado para el 17 de marzo.
Se canceló el popularísimo Circo Fest que debía celebrarse en San Juan, Puerto Rico, del 14 al 22 de marzo. La decepción del público fue grande, pero los organizadores se mostraron innovadores al ofrecer el programa en la Internet. “Lamentablemente la 7ma edición del festival Circo Fest se canceló por medidas de seguridad. Como alternativa hemos hecho una programación Live el sábado14 y domingo 15 de marzo a las 5:00 pm. En la transmisión de ayer (sábado 14) tuvimos 90,000 seguidores de distintas partes del mundo. Nos seguimos reinventando (www.circofest.com o en FB circo Fest)”, nos dijeron. Puerto Rico, Estado Libre Asociado de los Estados Unidos que ha tomado medidas contra la propagación del virus – incluida la cancelación de todos los vuelos desde Europa – está mostrando solidaridad en esta lucha. La fiesta anual del café y chocolate – Coffee & Chocolate Expo – programada para los días 28 y 29 de marzo en el Centro de Convenciones de San Juan también se cancela y se aplaza hasta una fecha posterior.
En las Islas Vírgenes Británicas, se canceló la 53ª edición del Festival de Pascua de Virgin Gorda que se celebraría del 11 al 12 de abril.
Repercuciones en la economía caribeña
En Trinidad y Tobago, se canceló el Festival Phagwa-Holi (o festival de colores de origen indio) previsto para el 15 de marzo.
En Jamaica, la 38a edición de los International Reggae and World Music Awards (IRAWMA) se celebrará en Kingston el 29 de marzo, pero los mejores artistas del año 2019 se revelarán sin audiencia por primera vez; será una ceremonia de entrega de premios en vivo por televisión, la radio y YouTube. Además, Jamaica Frenzy, este festival de música House, previsto para el 31 de marzo hasta el 5 de abril en Negril, se pospone para 2021.
En Santa Lucía, el Covid-19 condujo al cierre de las escuelas y a la cancelación del Saint Lucia Jazz 2020 (del 7 al 9 de mayo) y de la Gros Islet Friday Night Street Party.
Cuba canceló todos los espectáculos y eventos culturales, por ejemplo el Festival de la Narración Oral “Primavera de Cuentos” planeado entre el 17 y el 23 de marzo y la 18a edición de la Fiesta del Tambor Guillermo Barreto in Memoriam programada del 23 al 29 de marzo.
Sin embargo, hubo algunas excepciones, como el 29º Annual Moonplash Music Festival, organizado por la estrella de reggae Bankie Banx, que tuvo lugar del 12 al 15 de marzo en Anguila.
Dependiendo de la virulencia de la epidemia, en los próximos meses se retirarán más eventos del calendario cultural caribeño.
En algún momento, será necesario hacer un balance de esta crisis sanitaria mundial. Hasta ahora, nuestra región siempre ha sido considerada paradisíaca con pueblos acogedores, ¿cómo reaccionarán estos miles de pasajeros de cruceros de varias nacionalidades que han sido rechazados por muchas islas?
Pronto conoceremos las repercusiones del Covid-19 en nuestra economía caribeña , que depende en gran medida del turismo, pero cada vez más de la “economía naranja”, la cultura.