Del 16 al 24 de agosto de 2020, Cuba celebrará el Festival Internacional Timbalaye “La Ruta de la Rumba” de una manera diferente a causa de la pandemia de coronavirus. La XII edición se podrá disfrutar en plataformas online con un nutrido programa artístico que, al igual que en años anteriores, mostrará los mejores exponentes de esta manifestación danzaría, declarada por la UNESCO en 2016, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Ulises Mora, presidente de Timbalaye, explica a Kariculture que el evento se adapta a los tiempos actuales con “el objetivo de contrarrestar la pandemia a través de la cultura y el arte”.
“La necesidad de comunicación impuesta por este momento que nos ha tocado vivir nos obliga a desarrollar nuevas estrategias para borrar las barreras espacio-temporales de manera positiva y para que las personas puedan disfrutar del arte sin salir de casa”, aclara.
“Asimismo”, agrega, “pretendemos llevar un mensaje de prevención para cuidarnos todos ante la emergencia que vivimos”.
El Festival Timbalaye se celebra cada año en agosto en Cuba (del 16 al 24 de agosto de 2020) y de manera itinerante recorre los barrios de la isla para promover la memoria del legado africano y del complejo de la rumba.
Timbalaye es un vocablo que pertenece al Oráculo de Ifá, de la religión yoruba de Nigeria, y significa firmeza y seguridad. El término trata de expresar lo que transmite la rumba como parte fundamental de la cultura cubana.
Un diálogo permanente con el tiempo
Bajo el amparo de ese significado, Mora señala que el evento salvaguarda la universalidad de las expresiones músico-danzarias de Cuba.
“Timbalaye ha tenido la oportunidad de estimular la memoria histórica en las nuevas generaciones; resaltar y valorar las raíces que forjaron la identidad cubana a partir del aporte al patrimonio rumbero a lo largo del país y además reflexionar sobre cómo la herencia cultural nos permite establecer un diálogo permanente con el tiempo”.
En esta ocasión la Ruta de la Rumba, como también se le conoce, mostrará un programa virtual de conciertos, presentaciones de grupos folclóricos de varias provincias, un flash back de recuerdos inéditos de las ediciones anteriores del festival y el fórum internacional. Todo podrá ser disfrutado por transmisión streaming en la televisión nacional y por distintas plataformas audiovisuales y radiales.
La rumba, un baile universal
Durante el fórum, que contará con intervenciones de teóricos de varios países, se presentará un libro dedicado a los 80 años del escritor cubano Miguel Barnet, Premio Nacional de Literatura.
Mientras, en la lista de la programación aparecen, entre otros, agrupaciones rumberas como Iyerosun,Yoruba Andabo, Afrocuba, Rumbatá, Clave de Rumba y los Muñequitos de Matanzas, que celebrarán su 67 aniversario.
Estos elencos músico-danzarios se consideran los mejores exponentes nacionales de la rumba, un género que Mora define como : “una danza de libertad y pleno sentimiento de la memoria ancestral, un baile universal porque en él viven todas las expresiones que marcaron el proceso histórico que dio lugar a la identidad de nuestra nación y fue precisamente con ese modo de unir en un solo sentir todas las expresiones que nos llegaron fundamentalmente de África, Europa y de muchas partes del mundo, en donde nació la rebeldía constante por salvar la libertad del alma ante el desprecio y los desastres de la humanidad”.
Promover el patrimonio africano en América Latina y el Caribe
Entonces, ante la pregunta de ¿cómo sería bailar rumba en tiempos de coronavirus? Mora responde : “Es vivirla en familia, llena de alegría y diversión desde la pupila que enlaza los sentimientos en la casa, y es sentirla aún en la distancia a través de los medios audiovisuales y también compartiéndola con el resto del mundo para dejar las ventanas abiertas para recibir un “like”, un mensaje o una reflexión”.
Para el director de Timbalaye esta edición online es también una oportunidad para promover en las redes sociales el Patrimonio del Legado Africano, un objetivo común para América Latina y el Caribe, “que busca unir las fuerzas a través de la colaboración de organismos internacionales, instituciones y asociaciones culturales de Cuba y del mundo, para reconocer a nivel mundial el legado histórico y cultural de la presencia africana en esta parte del mundo, a partir de su patrimonio vivo”.