En noviembre de 2019, La Habana celebró su 500 aniversario con gran pompa. Un vistazo a las festividades, las obras de renovación realizadas y los desafíos a los que deberá que hacer frente la capital de Cuba.
Hablar de La Habana y los festejos por sus 500 años pueden ser dos caras de una misma moneda. Por una parte el gobierno local celebró el medio milenio de la Ciudad maravilla – título que obtuvo en 2016 por la organización New 7 Wonders – con un amplio programa de actividades culturales y remodelaciones.
Por otro, la capital de todos los cubanos llegó a sus cinco siglos de cultura, historia y tradición azotada por un tornado, que arrasó barrios enteros, deprimió aún más las economías locales y parte del entorno urbano.
En realidad no toda La Habana cumplió 500 años, solo la otrora Villa de San Cristóbal de La Habana fundada por los españoles el 16 de noviembre de 1519, en lo que hoy sería una parte de La Habana Vieja, según el consenso histórico. Con los años la ciudad se fue ampliando más al este y al sur hasta llegar a ser la urbe más grande y el principal centro económico-cultural y polo turístico de Cuba, con una población más de dos millones de habitantes.
Una mezcla de arquitecturas
Y en efecto, La Habana Vieja es la parte de la ciudad que más monumentos históricos y patrimoniales posee, y es además, la más visitada por los turistas foráneos. Ya en 1982 la UNESCO incluyó en la lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad al Sistema de Fortalezas coloniales y la parte histórica de la Habana Vieja, merecido reconocimiento a las construcciones e historia que enriquecen nuestro patrimonio.
Es necesario acotar que la conservación y protección de esta parte fundacional de La Habana, mezcla de arquitecturas española, francesa, inglesa y norteamericana, se debe a la extraordinaria obra del doctor Eusebia Leal, historiador de la ciudad.
Los 500 trajeron consigo un amplio programa de actividades culturales y la visita de numerosas personalidades a la Isla. De ellas, sin duda, la más simbólica fue la de los Reyes de España, Felipe VI y Letizia, que constituyó la primera visita oficial de sus majestades a Cuba.
Visitas de dirigentes y un mensaje del Papa Francisco
Mientras mandatarios de otros países y ex presidentes, como el francés Francois Hollande, llegaron también a La Habana durante las principales celebraciones por la fundación de La Villa de San Cristóbal de La Habana.
También el papa Francisco envió un cálido mensaje a los habaneros, donde declaró sentirse contento de unirse a sus “queridos hermanos y hermanas de La Habana” en la efeméride y señaló que en esos años “hay entretejidas muchas vidas entregadas por los demás, muchos sueños, esfuerzos, sacrificios compartidos para construir el presente y el futuro de los hijos de Cuba”.
En tal sentido, se refirió a la fe, caridad y esperanza, tres aspectos históricos que, en su opinión, estuvieron presentes desde los comienzos fundacionales, y todavía continúan siendo pilares para este tiempo.
Las actividades culturales estuvieron marcadas por el tradicional paseo anual con las Mazas del Cabildo hasta el Templete, sitio donde se celebraron la primera misa y el primer cabildo que en 1519 dieron fe de la fundación de la Villa, el 16 de noviembre.
Más de 2000 obras constructivas
Luego de la ceremonia, miles de personas, muchas con sus atuendos religiosos, comenzaron a dar las tres vueltas rituales a la ceiba que residió la primera misa y pedir deseos de realización personal, sobre todo, para “que no perezca en lo porvenir la buena fe habanera”, como diría el Historiador de La Habana.
Las celebraciones, además incluyeron una gala cultural presidencial a las puertas del Capitolio Nacional y un espectáculo impresionante de fuegos artificiales, lanzados desde la Fortaleza Militar de San Carlos de la Cabaña.
Asimismo, las autoridades desplegaron un amplio proyecto de remodelaciones a edificaciones en varios sitios de la capital.
Más de 2 mil obras constructivas se terminaron en La Habana como parte de las reformas para celebrar sus años 500, entre ellas, hospitales, centros escolares, comercios y joyas arquitectónicas, entre las que resalta el monumental Capitolio y sede del Parlamento cubano, al que le fue devuelto el esplendor original de los grandes salones, pasillos y hemiciclo, fachada y cúpula.
Otra obra intervenida, con respeto a sus valores arquitectónicos, fue el centenario Mercado de Cuatro Caminos ubicado en una manzana completa cercana a la parte interior de la Bahía, que fue convertido en una moderna tienda por departamentos.
Dos rones para celebrar los 500 años
También el programa incluyó el rescate de la fortaleza colonial El Castillo de Atarés, ubicado en el sureste de la entrada a la capital, y obras de reforma en El barrio chino, el Boulevard de San Rafael, La Casa de la Música Habana y El salón Rosado de Benny Moré.
El Museo del Ferrocarril, el jardín Botánico, así como el parque Lenin y el parque forestal, también se encuentran dentro de las reformas realizadas.
Con motivo del medio milenio, la capacidad hotelera de la capital creció con instalaciones de alto estándar como el Iberostar Grand Packard y el Hotel Paseo del Prado, que junto a otras obras edificadas fortalecen a La Habana como principal destino turístico de Cuba.
Para celebrar los 500 de La Habana también se crearon ediciones únicas de rones cubanos. El Faro y La giraldilla son los nombres de los nuevos rones que salieron al mercado para las celebraciones centrales capitalinas.
Hacer frente a varios desafíos
Fueron días festivos, donde La Habana lució sus mejores atuendos, sin embargo toda la algarabía que antecedió a las celebraciones del aniversario terminaron súbitamente después de los días festivos y La Habana exótica, misteriosa, vibrante, volvió a ser la misma de antes.
A 500 años de fundada, La Habana tiene hoy grandes retos por delante: congestión urbana, insuficiencia de redes técnicas y transporte, contaminación, crecimiento caótico en ciertas áreas, limitaciones en vivienda. Además afronta deudas en la planificación física urbana, el manejo de los desechos y la disponibilidad de espacios verdes dentro de la ciudad.
Todos lo saben y no es un secreto, tomará tiempo – no otros 500 años – cubrir los vacíos urbanos, recuperar lo deteriorado, lograr que La Habana sea una ciudad más moderna y conectada, con mejores infraestructuras, que promueva y expanda la sostenibilidad y el uso de energías limpias.
Aunque eso sí, nadie duda que es esta ciudad mujer, es una urbe de mucha historia, de un notabilísimo patrimonio construido y de un halo casi mítico para personas de todo el planeta.