Las “Mas Vyéfò” o “Masques de Vieux-Fort” (Máscaras de Vieux-Fort) irán a Montserrat el 17 de marzo durante las celebraciones del “Festival del Día de San Patricio” organizadas del 9 al 19 de marzo. Desde hace varios años, se establecieron lazos de amistad entre esta pequeña ciudad del Sur de Basse-Terre y los Montserratenses, será la quinta vez que la asociación les visitará. Hay que decir que las “Mas Vyéfò“ representan una verdadera parte de la cultura local, a menudo ignorada por los guadalupeños.
Una delegación de 50 miembros de la asociación “Les Masques de Vieux-Fort” (Las Máscaras de Vieux-Fort) viajará por barco a Montserrat este sábado 17 de marzo con ocasión del Día de San Patricio que se celebra en la isla a causa de las raíces irlandesas de una parte de la población. Tocarán su música ante la multitud. Siempre es con mucho gusto que los Montserratenses reciben a los habitantes de Vieux-Fort porque, durante las cuatro estancias precedentes, pudieron descubrir la riqueza de su patrimonio carnavalesco.
En efecto, cuando vemos las “Mas Vyéfò” con su música casi “dulce” y su ropa de Madras, sentimos la tentación de tomarlas por mero folclore. Pero cuando investigamos en su aparición, regresamos rápidamente a la Guadalupe de antaño. Nos enteramos de que las máscaras y el carnaval en el municipio de Vieux-Fort datan de más de 150 años y, sobre todo, que están sujetos a reglas estrictas. La nueva generación que decidió dar vida a este patrimonio hizo, hace unos diez años, un verdadero trabajo de investigación para reunir información en colaboración con personas mayores en particular para que se aplicaran esta experiencia y estas reglas.
Durante la esclavitud, la ropa de color estaba prohibida, el esclavo no podía vestirse como quería y tenía que identificarse durante sus movimientos autorizados. En el momento de la liberación, como una burla de la historia y los ex dueños de esclavos, apareció este traje de carnaval de colores muy vivos y esta máscara que cubre completamente la cara lo que imposibilita cualquier identificación.
Máscaras y un carnaval en Vieux-Fort desde hace más de 150 años
Desde 2011, Nathalie Castelneau es la presidenta de la asociación “Les Masques de Vieux-Fort”, comúnmente llamada “Mas Vyéfò”. Ella está realmente apasionada sobre el tema, podría hablar de ello durante horas… “Tenemos la impresión de haber visto siempre las Máscaras Vieux-Fort porque aparecieron en la isla unos diez años después de la abolición de la esclavitud en 1848, cuando los antiguos esclavos se apropiaron de todos los festivales occidentales. Hay una postal que data de principios del siglo XX que representa las máscaras de Vieux-Fort pero cuando las “Mas Vyéfò” empezaron a ir a la ciudad, el Lundi Gras, ya estaban establecidos en el municipio. Todos los demás “Mas” llegaron después”, dice ella.
Podríamos tener dificultades para creerlo, pero Vieux-Fort siempre tuvo su propio carnaval y se llevaban sus máscaras en momentos específicos. El primer domingo de enero – día de la Epifanía – los “carnavaleros” del municipio “hacían el Congo” (fue la expresión utilizada); en este desfile abierto a todos, los participantes se cubrían con jarabe negro. El segundo domingo estaba dedicado a la “mas grajé mannyok” (máscara rallar yuca) . El tercer domingo era el día de la “mas pilé kafé” (máscara moler café). Los trajes de estas dos últimas máscaras representaban escenas de la vida cotidiana de los trabajabores : ropa remendada, sombrero de paja, bolso en bandolera, rodete en la cabeza para llevar las cestas, por ejemplo. El cuarto y último domingo de enero, los “carnavaleros” salían disfrazados de “mas a tok” (máscara con toca) que se llamaba en criollo “bèl mas” (bella máscara) con sus 7 colores, 7 espejos, 7 cintas…
El respeto de las reglas establecidas por los ancianos
La “máscara con toca” también se llevaba el Dimanche Gras durante el desfile en Vieux-Fort porque, ese día, las “Mas Vyéfò” también se quedaban en su municipio. “Este calendario tiene reglas establecidas por los ancianos que respetamos, hoy. Aceptamos invitaciones para desfilar en otros municipios o ciudades de acuerdo con nuestro calendario de carnaval en Vieux-Fort. Además, muchas veces la gente nos pregunta si no tenemos calor con nuestro disfraz, pero no es el caso. En contrario de lo que algunos puedan creer, esta máscara es muy ventilada y no tenemos calor con nuestro traje”, dice la presidenta de la asociación.
A lo largo de su historia, “Les Masques de Vieux-Fort” o “Mas Vyéfò” atravesaron períodos difíciles, en particular durante las dos guerras mundiales. Casi desaparecieron durante la Segunda Guerra Mundial, en el momento de la estancia en Guadalupe del gobernador Constant Sorin, de 1940 a 1943, el representante francés del régimen autoritario y totalitario de Vichy, un terrible período de restricciones, llamado aquí “an tan Sorin” (en tiempo de Sorin). “Al principio, las mujeres no se disfrazaban y no participaban en los desfiles pero durante las dos guerras mundiales, cuando los hombres estaban ausentes, ellas comenzaron a reemplazarles”, dice ella.
Aunque las “Mas Vyéfò” siempre existió, muchas veces sin ninguna declaración administrativa, para estar de conformidad con la ley, la generación joven creó y registró esta nueva asociación “Les Masques de Vieux-Fort” el 30 de diciembre de 2008, pero el nombre popular “Mas Vyéfò” se mantuvo.
La importancia del “bik a mas”
A causa del aislamiento de Vieux-Fort, una localidad con acantilados, sus habitantes vivían casi en autarquía lo que explica esta salvaguardia de este patrimonio. “En aquella época, era más fácil para la poblacion de Vieux-Fort ir a Dominica en bote (hacer parada en Les Saintes, si fuera necesario) que ir a Pointe-à-Pitre. Por su parte, los dominicanos venían a Guadalupe para vender sus verduras. Las primeras máscaras con tela metálica y las primeras telas con flores, luego las telas de Madras para los trajes eran de Dominica. Ahora, compramos nuestra tela en Guadalupe y los artesanos de Vieux-Fort aprendieron a hacer la máscara”, explica Nathalie Castelneau.
En el siglo pasado, para ir a desfilar en Basse-Terre, las “Mas Vyéfò” viajaban también en bote. Hoy, a veces los miembros de la asociación optan por este modo de transporte para ir a la capital en el momento de un desfile.
Muchas otras tradiciones rodean “Les Masques de Vieux-Fort”. La persona que llevaba una máscara debía permanecer en el anonimato, no podía quitarse la máscara en público y todos los “carnavaleros” debían quitarse la máscara antes del atardecer. “Hoy, no participamos en los desfiles nocturnos”, dice Nathalie Castelneau. Además, la partida tenía lugar en el “bik a mas”, un lugar secreto en Anse Dupuis donde los hombres se encontraron para disfrazarse. Las mujeres que preparaban los trajes de sus maridos no pudieron reconocerles en el desfile porque intercambiaban sus pantalones, camisas, zapatos, etc. Hoy, la salida siempre pasa en Anse Dupuis pero con ningún secreto…
El desfile siempre está dirigido por el “mèt a mas”, que generalmente es un anciano del municipio. Es él quien dirige a los músicos. Tiene un palo con el cual, antes, no dudaba en golpear a los que no siguieron las reglas. Los músicos no deben cambiar de lugar para no distorsionar el sonido de la música, de lo contrario, el “mèt a mas” que vigila todo lo que pasa interviene…
La transmisión en Guadalupe y Montserrat
Hay dos tambores cubiertos con piel de cabrito: el “tambor plano” y el “tambor con dos nalgas”, llamado así porque se puede golpear ambos lados con palos. El gran palo – la mayoche – se utiliza para golpear la piel del macho que representa el bajo, la varita simple se usa para golpear la piel de la hembra que produce un sonido agudo. Los “chacha” se hacen con jarras de leche vacías, en el interior hay semillas negras de toloman que nunca se pudren; el “chacha” puede transmitirse de padres a hijos. “Tratamos de hacer todo lo que necesitamos en el municipio. Nosotros hacemos nuestros instrumentos musicales como los tambores y chachas. Hasta plantamos tolomans para recolectar las semillas más tarde (…)”, dice ella.
La asociación que reúne a cerca de 80 miembros, trata, desde hace algunos años, de permanecer auténtica y transmitir a los jóvenes este patrimonio cultural centenario. “Tenemos algunos niños entre 6 y 14 años en “Mas Vyéfò”. Por desgracia, a menudo en la adolescencia nuestros jóvenes se van a otros grupos de carnaval pero regresan cuando son mayores. Cada año, durante el período de carnaval, vamos a tocar música para las personas de edad en los ÉHPAD de Basse-Terre, Gosier, Capesterre Belle-Eau; el Lundi Gras, tocamos durante media hora en la Clínica Pitat en Basse-Terre. Vamos también a las escuelas para mostrar a los jóvenes la riqueza de este patrimonio cultural”, dice Nathalie Castelneau. Este trabajo de transmisión de conocimientos se hace en Guadalupe pero también en Montserrat. Durante un viaje anterior en agosto de 2015, las “Mas Vyéfò” había organizado un taller para enseñar a nuestros vecinos caribeños cómo hacer un tambor. Era una verdadera oportunidad para los montserratenses cuyo tambor casi es como los de los habitantes de Vieux- Forts porque habían perdido el arte de hacerlo…