“Así como el hombre necesita oxígeno para sobrevivir, también necesita el arte y la poesía”. Estas palabras de Aimé Césaire nos recuerdan que el arte y la cultura revisten una importancia vital para la humanidad y constituyen el fermento de nuestra unidad y nuestra resiliencia.
Este Día Mundial del Arte nos recuerda oportunamente que el arte tiene la capacidad de unirnos y establecer vínculos entre nosotros incluso en las circunstancias más difíciles. De hecho, el poder del arte para reunir a la gente, inspirar, sanar y compartir se ha hecho cada vez más patente durante los conflictos y crisis recientes, comprendida la pandemia de COVID-19.
Sin embargo, según el informe mundial de la UNESCO publicado en febrero de 2022, “Re|pensar las políticas para la creatividad: plantear la cultura como un bien público global”, en 2020 desaparecieron unos 10 millones de empleos en el sector cultural y creativo a escala mundial.
Lo cierto es que en un sector en el que los empleos suelen ser informales y precarios, y a falta de una red protección social adecuada, los artistas y profesionales de la cultura se encuentran con demasiada frecuencia vulnerables ante las pérdidas de ingresos que conllevan las crisis y los conflictos. Esta situación nos recuerda lo necesario que es defender una condición apropiada para los artistas, como se pide en la Recomendación de la UNESCO relativa a la Condición del Artista (1980), para reforzar tanto el respeto de sus derechos como la resiliencia de las artes y la cultura.
Por consiguiente, para mantener vivo el arte, ahora y en el futuro, se plantea un doble reto: por un lado, debemos apoyar a los profesionales de la cultura y las instituciones culturales y, por otro, hemos de promover el acceso de todos al arte.
Con objeto de definir mejor las necesidades prioritarias, es preciso escuchar las voces del mundo artístico en toda su diversidad. Este es el objetivo del movimiento ResiliArt de la UNESCO, que se puso en marcha para afirmar la resistencia del arte en este periodo y preparar el futuro. Hasta la fecha, miles de artistas y profesionales han participado en más de 300 debates en todo el mundo.
Los retos que se plantean actualmente solo podrán afrontarse mediante políticas culturales de gran alcance, destinadas a ayudar a las comunidades creativas a superar esta crisis y a proteger y mejorar la condición de los artistas. La Conferencia Mundial de la UNESCO sobre las Políticas Culturales y el Desarrollo Sostenible (MONDIACULT 2022) congregará a los ministros de Cultura del mundo 40 años después de la primera reunión de MONDIACULT en 1980. Garantizará que las opiniones de los artistas y la sociedad civil se tengan plenamente en cuenta cuando los países establezcan el programa en materia de cultura para los próximos años.