Desde que en la radio se escucha el tema “Volvió Juanita”, -canción que narra la llegada de una dominicana residente en Estados Unidos, que regresa a su país cada Navidad, cargada de esperanzas, sueños y regalados – de la merenguera dominicana Milly Quezada, es señal de que oficialmente Santo Domingo está en Navidad.
La época más alegre del año para muchos de nosotros, se empieza a celebrar en el país a finales de octubre. En las calles y casas se visualizan a partir de esta fecha, bombillitos de colores, árboles de navidad, nacimientos del niño Jesús, charamicos, Santa Claus y otros adornos más, que le dan vida a los espacios. Aunque es una isla que se caracteriza por tener una temperatura bien calurosa todo el año, en Navidad sopla una brisa fresca que se siente con más intensidad en el mes de diciembre y se extiende hasta enero.
En las estaciones de radio, mientras se va acercando la Navidad, la programación va cambiando y canciones como “El Santo Cachón”, de los Embajadores del Ballenato, “Llegó tu marido” del merengue Héctor Acosta “El Torito”, “Que te pasa viejo año”, de Rasputín, “La misma pela” de Jochy Santos, “Alegre vengo”, de Félix del Rosario, entre otras canciones, invaden de alegría y ritmo nuestros hogares.
Estos mismos temas lo utilizan grupos de personas que se juntan en los barrios para armar los aguinaldos navideños y salen de madrugada a recorrer las calles y despertar a los vecinos con estas alegres canciones a ritmo de la güira y la tambora. Al final de la jornada se agrupan para compartir un té de jengibre o chocolate caliente.
Diciembre, un mes sagrado
Tiempo de amor, tiempo de paz, tiempo de alegría, tiempo de dar… así deberían de ser los 12 meses del año. Pero, todo esto que debería de ser siempre, se siente más en diciembre. ¿Qué tiene este mes de especial? República Dominicana, como muchos países latinoamericanos y caribeños celebran en la pascua el nacimiento del niño Jesús. Siendo un país católico, este mes es sagrado y se cumplen las tradiciones al pie de la letra.
La tradición se expande hasta la cena. Cada 24 de diciembre, en nochebuena el menú principal que cada familia sirve en su mesa está compuesto de lechón horneado o cerdo, pollo horneado, espagueti bañado en salsa roja, pasteles en hoja, ensalada rusa, pan, moro de gandule, pastelón, empanadas de masa de yuca acompañado de frutas como manzanas, uvas, peras, pasas, así como nueces, gomitas dulces, masmelos y ponche.
Hay fechas especiales en las que compramos ropa nueva para usar esos días como el 24 de diciembre, día de la cena familiar, el 25, día la Navidad, el 31 despedida del viejo año y el día primero de enero la celebración por un año nuevo.
Los 3 Reyes Magos olvidados
Una de las tradiciones que se ha ido perdiendo es la del ritual que hacíamos de niño la noche anterior del 6 de enero, Día de los Reyes Magos. Hace más de una década, cada noche del 5 de enero, los niños escondían cigarrillos, hierbas, agua y mentas junto a una carta con el pedido de los juguetes debajo de la cama, porque tenían la creencia de que la mañana del 6 de enero Melchor, Gaspar y Baltasar, le dejarían sus regalos y por eso escondían estos presentes para que los Reyes Magos tomaran agua y los camellos comieran la hierba.
Yo era uno de esos niños que con ilusión tomaba del patio un poco de hierba, un vaso con agua, mi madre compraba tres cigarrillos uno para mí y los demás para mis dos hermanos Ramón y Tere y junto a una menta verde y una carta, con emoción, ilusión y fe, acomodaba mis presentes para los Reyes debajo de la cama, sin saber que luego que durmiera, mis padres iban a leer mi carta y me comprarían en el parque central de mi natal San Pedro de Macorís, mi muñeca María Palito, como les decían a las muñecas plásticas (réplica de la Barbie).
Esta tradición se ha ido dejando con el paso del tiempo y ya los niños no tienen la misma inocencia que antes, más muchos, aún creen en Santa Claus y le hacen sus pedidos por medio a una carta con la ilusión de encontrar debajo del árbol aquel anhelado regalo.