El sábado 6 de abril de 2019, Franck Riester, ex ministro de Cultura (ahora ministro delegado de Comercio Exterior y Atractivo), estuvo en Guadalupe. Durante esta gira por el Caribe, el miembro del gobierno francés se reunió con actores culturales de nuestro archipiélago, así como con los de Martinica. Entre los anuncios que el Ministro hizo en Guadalupe, hubo el apoyo del Estado a la concreción del proyecto de construcción de un Centro de Arte Contemporáneo (CAC), llevado por la Región de Guadalupe.
Esta nueva estructura artística debía situarse frente al Memorial ACTe en el edificio administrativo de la antigua fábrica Darboussier. El Consejo Regional de Guadalupe explicó entonces que este futuro “espacio valorizará la diversidad de la oferta cultural regional para promover a los artistas guadalupeños entre la clientela local y turística. Al mismo tiempo, un lugar de producción, experimentación y explotación, acompañará a los artistas contemporáneos en la diversidad de sus prácticas y contribuirá a la aparición de artistas visuales guadalupeños en el mercado del arte nacional e internacional”.
Cabe constatar que, más de dos años y medio después de este anuncio, nunca más volvimos a saber de este famoso Centro de Arte Contemporáneo. Es cierto que la pandemia de Covid-19 detuvo o retrasó muchos proyectos impulsados por las autoridades públicas, pero lo que resulta extraño es que los artistas ni siquiera hablen de ello…
Cabe preguntarse entonces ¿si algunos artistas, que ocupan el Centro de Artes y Cultura de Pointe-à-Pitre desde hace más de 4 meses, se equivocaron de casa okupa?
Es cierto que el futuro edificio que albergará el Centro de Arte Contemporáneo no está en un lugar central, ya fue okupado durante años por personas “sin techo” y sus paredes ya están cubiertas de todo tipo de grafitis…
Durante el webinario titulado “¿Qué Centro de artes y cultura para Guadalupe?” y organizado el 1 de octubre por la comunidad de aglomeración Cap Excellence, un “artista plástico-ocupante ilegal-patriota” se quejó de que no hay espacios de exposición en Guadalupe. “Dignos de este nombre” añadió uno de los oradores (un artista plástico él mismo) precisando que el nuevo Centro de artes y cultura no estaba destinado a satisfacer todas las necesidades artísticas que se expresan en el archipiélago guadalupeño desde hace unos treinta años…
¿Acaso este “artista plástico-ocupante ilegal-patriota” y sus compañeros ocupantes ilegales se equivocaron de lucha y de lugar de lucha?
Los Centros de arte contemporáneo están presentes en el territorio francés desde hace más de cuarenta años. En febrero de 2020, había 27 CAC etiquetados. “Sus actividades de exposición, experimentación, producción de obras, investigación, distribución y mediación contribuyen a la renovación artística y a la democratización cultural, así como al dinamismo de la escena francesa y a su influencia internacional”, precisa por otra parte el Ministerio de Cultura en su portal Internet.
¿Un futuro Centro de arte contemporáneo apoyado por el Estado no tiene una capacidad financiera más importante para promover el talento de nuestros artistas en Guadalupe, el Caribe y el resto del mundo que el Centro de artes y cultura de Pointe-à-Pitre que, aunque sea histórico, sigue siendo una simple estructura municipal cuya rehabilitación es difícil de terminar por la comunidad de aglomeración que es responsable de ella desde hace años? ¿Qué pasará con los gastos de funcionamiento, dado que ya en el “buque insignia” (como lo había apodado la revista cultural de Cap Excellence en 2017) está entrando agua por todos lados?
Por supuesto, no se trata de abandonar el mítico Centre des arts et de la culture de Pointe-à-Pitre a su triste suerte, pero no hay que perder de vista que su reapertura no solucionará todos los problemas artísticos de nuestro archipiélago…
No podemos evitar “vincular” la cuestión del Centro de Arte Contemporáneo con la del Centro de Artes y Cultura de Pointe-à-Pitre, ocupado ilegalmente desde el pasado mes de julio por un colectivo de artistas y otros apoyados por un movimiento político nacionalista.
Kariculture.net fue el primer medio de comunicación en denunciar en septiembre de 2018 en un artículo el cierre de este espacio cultural. Pero porque nos atrevimos a decir que no estábamos de acuerdo con esta ocupación del lugar, fuimos insultados, acusados de estar en servicio “controlado”, nuestras competencias profesionales cuestionadas por los partidarios de esta ocupación ilegal o por secuaces a veces anónimos. Notemos, por cierto, que la palabra “Patriota” fue utilizada por uno de esos secuaces…
Por lo tanto, conviene preguntarse sobre esta supuesta “nueva sociedad” que algunos querrían construir en este país de Guadalupe si está prohibido pensar de forma diferente, decir que no estamos de acuerdo. ¿Se amordazará a la prensa en esta “nueva sociedad”? ¿Dónde estará la libertad de expresión?
¿Debemos entonces llamar a estos individuos “Tontons-macoutes de cartón”, como sugiere un artista? No, por respeto a todas las víctimas que conocieron a los “verdaderos” miembros de esta terrible milicia en una gran isla del Caribe, Haití.