Nacido de una madre dominiquesa y un padre guadalupeño, Ronald Cyrille, apodado “Black Bird”, es un artista de 33 años de edad. “Odyssée Ponctuée”, (Odisea Salpicada) es el título de su última exposición formada por 45 obras que presenta durante este mes de marzo en la Sala Rémi Nainsouta de Pointe-à-Pitre en Guadalupe.
KARICULTURE.NET le propone conocer mejor a este artista plástico que tuvo la oportunidad de estar con artistas caribeños y de exponer en París, Berlín y Nueva York.
De ocho meses hasta los 9 años, Ronald Cyrille vivió en el pequeño pueblo tranquilo de Calibischie en Dominica con sus abuelos. Luego, su madre decidió él iba a quedar con ella en Guadalupe después de las vacaciones escolares en la isla. Entonces, el niño tuvo que adaptarse a la animada ciudad de Les Abymes con sus edificios y coches por todas partes; también tuvo que olvidar la lengua inglesa y aprender la lengua francesa. “Me pusieron en la clase de mi hermana dos años más joven que yo para ayudarme. Dejar Dominica, no fue mi decisión porque yo estaba empezando a construirme allá con mis abuelos y allá estaban todos mis amigos. Viví ese momento de mi vida como un verdadero desarraigo”, recuerda.
Hoy, este recuerdo de la exuberante naturaleza (incluidas las hojas del árbol del pan) que Ronald Cyrille tiene de la isla de Dominica se encuentra en varios de sus cuadros. También tomó el apodo de “Black Bird” (Ave Negra) que evoca la fauna y el viaje. Además, un animal que el artista describe como un “perro criollo” con su hocico alargado está presente en sus obras; una escultura del animal que muestra sus dientes se encuentra en el medio de la Sala Rémi Nainsouta. “El perro criollo camina por los cuadros. Está cada vez menos presente en Guadalupe porque la gente adoptó perros de raza. También este perro criollo simboliza el vagabundeo. Durante mi infancia en Dominica, no había muchas lámparas de alumbrado público y, cuando caía la noche, llegaba el miedo a la oscuridad. Los dientes del perro representan el peligro, la amenaza, pero también la sonrisa y el tiempo que pasa luego estos dientes se caen”, explica el artista.
Una exposición como una odisea
El título de la exposición “Odyssée Ponctuée” (Odisea Salpicada) resuena con la historia de Ulises, el héroe de la mitología griega: “Cada exposición es un recorrido, cada obra es un relato salpicado de diálogos, tensiones y descubrimientos. Este título también está relacionado con mi nueva vida como un hombre de familia”, dice.
Para realizar esta exposición, seis técnicas fueron utilizadas: pintura sobre lienzo con pintura acrílica y pintura al óleo; corte y pegado en papel de construcción (Canson) y papel pintado; dibujo a lápiz “sanguíneo”; dibujo en papel alterado; bomba, corte y raspado; escultura con materiales reciclados como latas.
La pasión de Ronald Cyrille por el dibujo empezó durante su infancia. Comenzó a dibujar los personajes de Disney a su llegada en Guadalupe; en Dominica, prefirió más bien jugar al aire libre para disfrutar de la naturaleza con sus amigos. Luego, lleno de nostalgia, decidió hablar en sus dibujos de esta naturaleza verde de la isla de Dominica que dejó.
En la escuela secundaria de Baimbridge en Pointe-à-Pitre, optó por asistir al último curso con una opción “literaria artística” y, hoy, aún recuerda el profesor – El Sr. Sicard – quien le enseñó los fundamentos de las artes plásticas. Si su madre deseó que fuera un farmacéutico, aceptó finalmente que su hijo cursara estudios artísticos. No se graduó en secundaria pero no se desanimó, hizo el examen de equivalencia lo que le permitió seguir la educacion superior.
Premios artísticos como trampolines
En 2006, fue un estudiante del Instituto Regional de Artes Visuales de Martinica (IRAVM) después de aprobar el examen de ingreso. Después de tres años de estudios, obtuvo el Diploma Nacional de Artes (DNA). En 2009, decidió tomarse un año sabático, se fue a Francia, visitó museos y galerías y participó en una exposición colectiva sobre el arte de la calle organizada por la Maison des Arts de Bagneux. En 2010, regresó al IRAVM, se quedó allá dos años más para obtener el Diploma Nacional Superior de Expresión Plástica (DNSEP).
En 2012, fue el laureado del “Premio Jam Session” otorgado por el Consejo General de Martinica a artistas jóvenes. Hay que decir que se conocía la firma de “Black Bird” en el mundo del “street art”, porque creaba frescos en muchas casas abandonadas del barrio de Terre Saint-Ville en Fort-de-France… Ese mismo año, participó en la primera edición de “Start”, un concurso iniciado por el Consejo General de Guadalupe. Ganó el 1r premio en la categoría de las artes plásticas; la beca de 12 000 euros que obtuvo permitió a su trabajo tener más visibilidad, porque tuvo los medios económicos para comprar equipo, transportar sus obras y participar en exposiciones. “Esta experiencia me ayudó a organizarme, a establecer redes con otras personas”, dice. Y eso es verdad, aunque vivía en Guadalupe, Ronald Cyrille no dejó de mostrar su trabajo.
Una acción para democratizar el arte
Organizó tres exposiciones individuales, la primera que databa de 2013 se titulaba “Contributions” (Contribuciones) : “Para este primer trabajo, mis cuadros costaban 50, 80, 100 euros por ejemplo… Pensaba que yo era un novato en la pintura y yo no debía ser demasiado codicioso. Pero estos precios bajos eran también para mí una manera de democratizar el arte (…) Hay gente que nunca se atreve a cruzar el umbral de un centro cultural. Mi madre, por ejemplo, nunca habría venido a la Sala Rémi Nainsouta si yo no expusiera aqui porque, como muchas otras personas, pensaría que este no es un lugar para ella que es una persona modesta (…) Por el momento, no vivo plenamente de mi arte pero trabajo mucho”, dice.
Luego participó también en varias exposiciones en grupo en Guadalupe, Martinica, San Martín, Francia (París, Bretaña), Alemania (Berlín). En 2014, participó en la exposición inaugural del taller del pintor guadalupeño, Joël Nankin, titulado “Grenn Sel”; presentó un trabajo sobre los eventos sociales de mayo de 1967 en Guadalupe. Ese mismo año, sus obras se mostraron en la Madiateca de Saint-Malo, en Bretaña, con ocasión de la salida de la carrera transatlántica “La Route du Rhum” (La Ruta del Ron) que llega a Pointe-à-Pitre. En 2015, fue invitado en Aruba para participar en “Caribbean Linked III” que es una residencia de artistas y una exposición organizadas anualmente por la Fundación Atelier 89.
El idioma inglés como ventaja
Durante casi tres semanas, Ronald Cyrille vivió con otros 11 artistas jóvenes del Caribe (Jamaica, Haití, Barbados, Trinidad y Tobago, Bahamas, Curazao, Aruba, Surinam, Guyana, San Vicente y las Granadinas). El grupo fue dirigido por Elvis Lopez (director de Atelier 89), Holly Bynoe (directora de ARC Magazine, directora de exposición, artista visual de San Vicente y las Granadinas pero que vive en Las Bahamas), Annalee Davis (artista, directora de la Plataforma Fresh Milk Art). “Durante esta estancia, visitamos la isla de Aruba, hablamos de nuestro país, sus tradiciones, su cultura, de lo que nos preocupa como jóvenes artistas caribeños. Al final, cada uno de nosotros produjo una obra. Hice una serie de dibujos. Una de mis obras se exhibe en Atelier 89”, dice “Black Bird”.
En marzo de 2016, Ronald Cyrille fue invitado en “Volta New York”, esta importante feria internacional dedicada al arte contemporáneo que reunió durante cuatro días más de 130 galerías de arte. “Fue una muy bonita experiencia en mi carrera. También me encontré con la diáspora caribeña que vive en esta ciudad de los Estados Unidos, algunas personas ya conocían mi trabajo y estaban contentas de verme en este gran evento”, dice. Su dominio del inglés le permitió relacionarse con sus interlocutores : “esta lengua que era para mí una desventaja cuando llegué a Guadalupe se convirtió en una ventaja”, admite.
El interés de la prensa extranjera
Como consecuencia de “Volta New York”, el joven pintor guadalupeño fue uno de los diez artistas seleccionados para aparecer en la revista de artes visuales “Hyperallergic” de Brooklyn en Nueva York. Además, otras revistas extranjeras – como “Frieze Magazine” en Londres – también se interesaron por su trabajo artístico.
De 2016 a 2017, Ronald Cyrille es uno de los cuatro artistas que forman parte de la exposición itinerante llamada “Carré d’Art” organizada por el Institut de Coopération Franco-Caraïbe (ICFC). El año pasado, con José Man Lius, Daniel Dabriou y Diane Hugé, el pintor expuso sus pinturas durante un mes en el Old Mill Cultural Centre de Roseau en Dominica y durante un mes y medio en la Casa del Gobernador en Saint John’s en Antigua. “Conocí a Earl Darius Etienne con mucho gusto, es uno de los pintores más famosos de Dominica; en Antigua y Dominica, fuimos muy bien recibidos, hubo una apreciación real de nuestro trabajo y este viaje permitió localizar Guadalupe”, según él.
Desde el 21 de febrero hasta el 12 de mayo, sus obras están expuestas, por segunda vez, en La Maison des Arts de Bagneux, en la región de París. Otros artistas como Hervé Télémaque de Haití, Anabell Guerrero de Venezuela y Alex Burke de Martinica participan también en esta exposición colectiva titulada “Memoire Caraïbe”.
Es evidente que Ronald Cyrille, el “Black Bird”, es un embajador de Guadalupe, ahora necesita un reconocimiento mayor localmente para que viva de su arte.