Lo que también caracteriza a Tanya Saint-Val en el mundo de la música y del canto es su longevidad, ya que ser un artista profesional en Guadalupe no es fácil. En efecto, hace más de treinta años que la cantante guadalupeña compone y canta, sus fans siempre permanecieron fieles a ella y, a lo largo de las décadas, sedujo a nuevas generaciones de admiradores. Fueron muy numerosos el sábado pasado, 17 de noviembre, que estaban esperando – después de la ceremonia de entrega de premios a los ganadores de las diversas categorías de esta 11ª edición de la Route du Rhum-Destination Guadeloupe, que tuvo lugar entre las 7:30 de la noche y las 8:30 de la noche – para asistir al concierto de la artista que algunas personas llaman “la diva del zouk” que se programó de las 10:30 de la noche a las 00:00.
Tanya Saint-Val llegó a la escena del Memorial ACTe con una ropa informal y colorido con sus dos coristas y sus cuatro músicos de Guayana, Martinica y Guadalupe. Durante esta noche, cantará, por ejemplo, temas que la hicieron famosa como “Mi chalè”, “Carole”, “Misyé Pierrot”, “Tambou”, etc.
Sin embargo, al comienzo del concierto, el artista propuso canciones no muy conocidas por el público (incluida una composición de su padre Tino Saint-Val) o nuevas versiones (europeizadas o americanizadas, se dirá) de algunos de su éxitos de zouk, tal vez para complacer a potenciales visitantes extranjeros… La multitud entonces prefirió escuchar y ver la actuación de la cantante casi en silencio; el artista incluso dijo, “¡pero ustedes no cantan!”, con voz triste…
Finalmente, llegó el momento que muchos espectadores esperaban: la artista comenzó a cantar sus éxitos puramente zouk. La audiencia, en su mayoría local, comenzó a cantar, bailar y filmar con teléfonos móviles. Este concierto que había comenzado tímidamente, se acabó con buen humor.