Este jueves 28 de mayo a las 11:00 de la mañana, el Primer Ministro francés, Édouard Philippe – rodeado de varios ministros del gobierno, entre ellos Olivier Véran (Ministro de Solidaridad y Salud) y Jean-Michel Blanquer (Ministro de Educación Nacional) – celebró una conferencia de prensa en Matignon para anunciar las medidas adoptadas en la fase 2 del desconfinamiento en Francia y los territorios franceses de ultramar.
Las medidas anunciadas por el Gobierno se refieren a las islas del Caribe francés (Guadalupe, Martinica, San Martín y San Bartolomé), así como a la Guayana Francesa, situada en el continente sudamericano.
En el ámbito cultural, cabe señalar la reapertura de las salas de espectáculo, los museos, los teatros y los monumentos el 2 de junio y, veinte días más tarde, la reapertura de los cines en la zona verde, es decir, todo el territorio francés, excepto Île-de-France, Guayana y Mayotte, que se clasifican en la zona naranja.
“No desconozco de ninguna manera la dificultad práctica de reabrir estas instalaciones cuando se interrumpió la programación, cuando no se pudieron realizar los ensayos, pero nos parece que si algunos pueden hacerlo, entonces que lo hagan. Las reglas de distanciamiento físico deberán ser respetadas por una organización específica de los asientos, una gestión de los flujos conforme al protocolo sanitario de estos espacios y el uso de una máscara será obligatorio (…) En todo el territorio, las salas de cine reabrirán a partir del 22 de junio, es una petición hecha por los propios operadores de cine que querían que la reapertura fuera nacional para poder organizar la programación de las salas (…)”, explicó Édouard Philippe.
Según el Primer Ministro, el “mayor adversario” son las grandes concentraciones: “En los espacios al aire libre se fijará una capacidad máxima de 5.000 personas, que podrá reducirse, si es necesario, por los prefectos. En los espacios cubiertos y confinados, por ejemplo las salas de conciertos, y dependiendo de las actividades, los operadores tendrán que proponer y garantizar normas de uso adecuadas, en particular en lo que respecta a la capacidad y al distanciamiento físico”.
El Gobierno espera que los operadores puedan “determinar las condiciones para la organización de sus salas, las condiciones para la deambulación, el cruce, el distanciamiento físico”. Así pues, se les pone frente a sus “responsabilidades” y podrán ser asistidos por los servicios del Estado y las autoridades locales.
En cuanto a las discotecas, permanecerán cerradas al público al menos hasta el 21 de junio.