Lo que caracteriza, ante todo a François / Fanswa Ladrézeau, es su disponibilidad. Para realizar esta interviú, ne se trataba de un encuentro en un lugar sofisticado. Fanswa, como de costumbre, estaba instalado delante de su instrumento de música favorito, el ka, en la calle peatonal en Pointe-à-Pitre (Guadalupe) donde transeúntes no dejaban de saludarle, me senté al lado de él y me habló con pasión de esta música que le gusta, el gwoka.
KARICULTURE.NET : ¿ Cómo has llegado a ser “tanbouyé” (tocador de ka) ? ¿Si no hubieras sido un cantante y músico, qué otra profesión habrías ejercido ?
Fanswa Ladrézeau : Yo iba al colegio a Chanzy en Pointe-à-Pitre. Tenía 8-10 años de edad. Después de las clases, a las 5 de la tarde, tardaba en mirar a Marcel Lollia, apodado “Vélo”, que estaba tocando el gwoka en el Bulevar Chanzy. En aquella época, yo vivía en Chauvel en Les Abymes. Cuando Akiyo fue creado en este barrio, me volví a encontrar con “Vélo” que era un socio-fundador de la asociación. Me hice socio de Akiyo por los años 1980 – tenía 17 años – como un simple “restallador” de látigo. Abría los desfiles del carnaval. Aprendí con los socios mayores a fabricar el tambor de carnaval y el tambor-ka, luego a tocar la música.
Empezé a trabajar en una empresa de bombas hidráulicas y fosas sépticas en Jarry (Baie-Mahault). Esta sociedad quebró entonces compuse la canción “Mwa Bout” que relata lo que pasó y que está en el disco del grupo Akiyo puesto en venta en 1993. Luego, comenzé una carrera de cantante y músico. Si yo no fuera un artista, habría ejercido un oficio que tiene relación con la naturaleza como agricultor o ebanista.
KARICULTURE.NET : ¿Por qué tocas a menudo en la calle? ¿Consideras la calle como el mejor escenario para estar en contacto con el público? ¿Es también para tí una manera de imitar al maestro-ka, “Vélo”, que tocaba en la calle?
F. L. : Desde 1988, toco el ka en la calle. Eso me permite, por supuesto, estar en contacto con el público. Tocar el ka en la calle me da fuerza, tocar el ka en la calle es también una forma de resistencia. Es un medio de perpetuar la obra de Vélo, la tradición para los niños que están tentados por tantas cosas extranjeras. Estar en la calle de lunes a sábado y en la “Place de la Victoire” (Pointe-à-Pitre) es una misión para mí. Además, soy un artista profesional, soló practico la música.
KARICULTURE.NET : La música gwoka se abrió camino durante estos años pasados. En otros tiempos, el gwoka a menudo estaba considerado como una música para los vagabundos, los “vyé nèg” (Negros malos). Decidiste practicar esta música, el gwoka ¿cómo la calificas ? Cuando estás tocando, cómo te sientes ? Qué opinas de los artistas del zouk qui integran cada vez más el ka en sus composiciones ?
F. L. : Hubo gente como músicos, bailarínes y cantantes que lucharon para esta música. En otro tiempo, el gwoka era una música prohibida. Tenemos que rendir homenaje a los maestros-ka.
Esta música me da espiritualidad, fuerza, libertad e incluso me permití llegar a niveles místicos. Recorrí el mundo con mi ka ; el gwoka es para mí una divinidad que me dio todo lo que quería.
Algunos artistas utilizan el ka para “vestir” su música con sinceridad. Por ejemplo, Klod Kiavué me presentó al artista de jazz David Murray que me invitó a cantar una canción con él, en 1997, y acompañarle con mi ka en sus diferentes discos. Otros músicos utilizan el ka pero sólo es una moda.
KARICULTURE.NET : ¿ Cuáles son tus temas de inspiración ? ¿ Crees que el gwoka es más bien una música de militancia, de reivindicación ?
F. L. : El gwoka siempre está presente cuando Guadalupe tiene problemas. Estámos en un país colonizado. Se puede cantar problemas sociales con el gwoka pero se puede cantar también alegría y amor. Desgraciadamente, algunos cantan cosas sucias… Me inspiro en temas sociales y económicos, en África, en grandes potencias que destruyen países pobres sin embargo, puedo también cantar alegría, “bòdé apiyé” (fiesta).
Soy uno de los portavoces del pueblo. Milito pero actuo también cuando enseño a los jóvenes a tocar el ka, informo al público a propósito del gwoka. Mi canción “Krak la” fue elegida como tema de tesis por los estudiantes de la Universidad Antillas-Guayana, esto me alegra.
Estoy abierto en el terreno musical. Puedo tocar con un artista que canta el rap, el zouk, el dance-hall etc…
KARICULTURE.NET : ¿Cuándo integraste Akiyo ? Que te proporciona esta experiencia en este grupo ?
F. L. : Hice mi “servicio cultural” en Akiyo. Akiyo está en busca de identidad, quiere que la gente de Guadalupe se dé cuenta de los problemas sin ser moralizador. No seré el hombre que soy, hoy, sin Akiyo. Gracias a Akiyo, por primera vez, tomé el avión para viajar por el mundo (Estados Unidos, Europa…), dar conciertos y encontrar a personas interesantes.
Akiyo me enseñó la pedagogía. Hoy, transmito lo que aprendí. Akiyo es un “organismo”. Muchas veces, en la calle la gente me llama ¡Akiyo!, me identifica con Akiyo y estoy orgulloso de eso.
KARICULTURE.NET : ¿Piensas que para ser un “buen Guadalupeño”, uno tiene que saber tocar el gwoka, ir al “léwòz” ?
F. L. : Cuando conoces tu cultura, estás recto. Si no vas al “léwòz”, tienes que interesarte por tu historia y tu cultura. El gwoka (como la lengua criolla o la comida local) forma parte de nuestra historia. Esta música nos ha permitido resistir desde hace decenios.
KARICULTURE.NET : Durante mucho tiempo, el gwoka sufrió una falta de reconocimiento de parte de los Guadalupeños. Desde noviembre de 2014, la Unesco declaró el gwoka patrimonio inmaterial de la Humanidad. ¿ Cuál es tu reacción a propósito de este reconocimiento que viene de un organismo mundial ?
F. L. : No necesitamos la UNESCO para reconocer el gwoka. Antes la UNESCO, hubo personas que lucharon para avalorar esta música. Rehusé firmar la petición en favor de este reconocimiento. La UNESCO quiere poseer todo el patrimonio mundial. Para mí, cada país debe ser responsable de su patrimonio. ¿Antes de ir a la UNESCO, por qué primero un organismo no fue creado en Guadalupe para este reconocimiento ?
Hoy, este reconocimiento está realizado, tenemos que acomodarnos con ello. Parece que habrá ayudas financieras para los actores del gwoka ; si eso puede ayudarles ¡mejor!
Sin embargo, la UNESCO no puede desposeernos del gwoka que es el alma de nuestro pueblo. Es nuestro patrimonio inmaterial y nadie puede tomarlo. Con toneles ordinarios, nuestros antepasados crearon con inteligencia el ka, este instrumento musical y espiritual que es nuestra herencia.