Navidad y Año Nuevo son dos fiestas de fin de año muy populares en Guadalupe. Son momentos para compartir con la familia y los amigos y hacer buenas resoluciones para el futuro. La tradición y la modernidad conviven en los cánticos, las músicas, las comidas, las bebidas, los juguetes etc.
Navidad, son los regalos. Inmediatamente después del Día de Todos los Santos, los juguetes reemplazan velas y flores artificiales en los bazares y supermercados para que los padres efectúen sus compras por adelantado. Además, los folletos que presentan regalos para los niños y adultos, pero también vituallas para una buena víspera de Navidad y Año Nuevo comienzan a llenar los buzones de correo. Aunque los juguetes están en los mostradores a principios de noviembre, el 24 de Diciembre, todavía hay gente en las tiendas probablemente para aprovechar las rebajas eventuales.
En los últimos años, los juguetes de madera tradicionales antaño ofrecidos a los niños y luego abandonados en favor de los juguetes de plástico importados han reaparecido.
Navidad, son las iluminaciones y los pinos. Desde el período de Adviento, bolas, luces y todo tipo de decoraciones eléctricas invaden casas, edificios públicos, plazas y calles, aunque la profusión de iluminaciones ha disminuido a causa de las altas tarifas de la electricidad y los esfuerzos hechos para el desarrollo sostenible. Sin embargo, para algunas personas, decorar su casa durante el período de Navidad sigue siendo una gran pasión. El árbol de Navidad artificial o natural, verde o blanco es obligatorio en los hogares guadalupeños.
Los “chanté Nwèl” para bailar
Navidad, son los villancicos. Entonces, desde la primera semana de Adviento, las canciones de Navidad, como las célebres “Michaux Veillait”,“Joseph, mon cher Fidèle”, “Allez mon voisin” ou “Dans le Calme de la nuit, se emiten en la radio y en las tiendas. Los “chanté Nwèl” (Canción de Navidad) están programados en todos los municipios y ciudades del Departamento. Están presididos por grupos musicales que son generalmente parte de asociaciones, entre los más famosos, hay “Kasika” y “Cactus”.Ya no se trata de estas pequeñas fiestas familiares para cantar con sencillez villancicos de Navidad. Ir a un “Chanté Nwèl” es casi como ir a un concierto de zouk : hay que prepararse para cantar y para mover las caderas porque la música es muy rítmica, muy bailable. Estas orquestas añadieron al repertorio tradicional de villancicos sus propias canciones. Obviamente, esto no molesta a la Iglesia (la mayoría de la población es católica) porque las palabras se refieren al nacimiento del Niño Jesús, la alegría, el reparto, total, a sentimientos buenos.
Uno de los principales acontecimientos que tienen lugar en la época de Navidad cada año durante las cuatro semanas de Adviento en varios barrios del municipio de Vieux-Habitants es el “Nwèl Kakadò” ; el “Kakado” es un pequeño cangrejo muy presente en los ríos y consumido por las familias modestas, hace algunos años. Esta fiesta tradicional de Navidad fue rehabilitada en 1995 y ahora atrae a participantes de toda la isla, pero también a turistas.
Una cena de Navidad copiosa
La Navidad es una fiesta religiosa cristiana. Aunque se tiene la impresión de que el aspecto comercial se volvió demasiado importante, ir a misa en la iglesia es obligatorio para los creyentes. El horario de las celebraciones cambió debido en parte a los problemas de inseguridad. No hay más Misa de Medianoche, hoy, ésta se celebra a las 19:00 o 20:00 para que los feligreses regresen a su casa lo más pronto posible. Durante la ceremonia, que dura por término medio dos horas, se presenta el pesebre donde nació el Niño Jesús a los fieles, se leen varios textos del Evangelio, la coral interpreta cantos en francés, pero también en criollo con el tambor-ka, lo que no era el caso hace unos veinte años.
Navidad es una oportunidad para disfrutar de un menú copioso. Ñame, arroz blanco, gandules, carne de cerdo dorada, jamón ahumado, pudín negro componen los platos tradicionales. Por desgracia, los productores de Guadalupe compiten con los productores extranjeros. Estos productos locales – que a veces no pueden satisfacer el mercado local – están en competencia con productos importados de América Latina (Ecuador como para los gandules, como Costa Rica para el ñame), de Francia (carne de cerdo y jamón, aunque éste se prepara “a la antillana”) y se venden a precios muy bajos. Para luchar contra este fenómeno, los “mercados tradicionales” organizados antes de Navidad y Año Nuevo se multiplican en la isla. “Jou a Tradisyon” organizado en diciembre desde hace 13 años se presenta como “el más grande mercado agrícola, artesanal y culinario de Guadalupe”. Por supuesto, los precios son allí mucho más altos, pero los productores de la isla lo justifican por la calidad de las mercancías propuestas y los impuestos que tienen que pagar a las autoridades. Durante los últimos años, los platos típicos franceses o europeos han desembarcado en los hipermercados : foie gras, salmón, pavo entero, capón, ostras…
Las bebidas son en ron y los diferentes ponches de fruta que se compran en el comercio si no se sabe prepararlos ; los dos licores “populares” son el “shrubb” a base de cáscara de naranja secada al sol y el ponche de coco. El jarabe de grosella mezclado con el ron es obligatorio en este momento. Sorbetes, fruta tropical (naranjas, mandarinas…) son los postres.
Un menú tradicional o sofisticado para el 31 décembre
Pero un postre venido directamente de Francia realizó una gran entrada en el menú de Navidad en Guadalupe. Es la famosa torta navideña (bûche) que es un pastel enrollado, cubierto de crema, de forma alargada como este pedazo de madera destinado en alimentar las chimeneas en los países fríos. Las tortas industriales invaden las estanterías de los supermercados y las “pequeñas bolsas” las compran. Pero algunos guadalupeños no vacilan en gastar más dinero y llegan a las pastelerías para elegir una torta o leño “local” porque la receta ha sido adaptada a los gustos de la isla. Al mismo momento, el templo del consumo ya propone el pastel de los Reyes de almendra e industrial, comido el día de Epifanía (6 de enero), entonces la gente lo compran también ; los que quieren gastar más dinero irán a comprar en la panadería un pastel “local” de coco, guayaba, mango etc.
El chocolate también forma parte de la fiesta de Navidad. Negro, con leche, blanco, con licor, por ejemplo, se presenta en todo tipo de cajas a menudo muy elegantes o bolsitas a precios asequibles o muy elevados. La gran cantidad de chocolate que se consumen en el país proviene de Francia, pero algunos artesanos chocolateros locales luchan para ofrecer chocolate de calidad a los consumidores.
Una semana después de Navidad, hay que pensar en la cena de Nochevieja. El menú del 31 de diciembre es también esencial. El plato principal preparado en muchos hogares es más variado y se compone, entre otras cosas, de arroz, frijoles preferentemente rojos o lentejas (para que el dinero no falte), gratinados diferentes, bogavantes, gallo. El primer día del año, se desaconseja comer animales “lentos”, es preferible consumir gallo, un animal peleador, para luchar y tener la posibilidad de superar las dificultades de la vida.
El Día de Año Nuevo, se ofrecen mandarinas o naranjas como regalos ; las primeras semillas se conservan en los bolsos para tener dinero durante todo el nuevo año… Sin embargo, el menú puede ser más sofisticado con foie gras, salmón ahumado, caracoles, ostras importados de Francia.
Los guadalupeños, grandes bebedores de champán
Hace unos veinte años, los anuncios de los menús de muchos restaurantes de la isla llenaban las páginas del diario local. A causa de la crisis económica, de los accidentes de tráfico y de la delincuencia, muchos guadalupeños prefieren ahora pasar Nochevieja juntos con sus familias. A pesar de todo, algunas personas optan por comida gourmet en el restaurante o en casas particulares donde se organizan cenas elegantes y de pago.
En cuanto a las bebidas alcohólicas, se sirven el ron puro del país y los ponches. Pero indiscutiblemente, el rey de la fiesta es el champán y fluye. En diciembre de 1996, en una investigación titulada “Champán : Un mercado espumoso” que yo había hecho sobre el consumo de champán en Guadalupe (la primera investigación periodística sobre este tema en la isla), hemos aprendido que nuestra isla ocupaba el primer lugar del mundo en cuanto al número de botellas bebidas en comparación con el número de habitantes.
Veinte años más tarde, los guadalupeños siguen bebiendo la “bebida con burbujas”, todas las grandes ocasiones – como el Año Nuevo – son adecuadas para hacer saltar el corcho… Clovis Taittinger, director general adjunto del Champán Taittinger, estaba en Guadalupe en noviembre pasado, para visitar a su distribuidor en la isla.
Otro año más, una campaña nacional de prevención para evitar los accidentes de carretera a causa de la velocidad, pero sobre todo a causa del abuso de alcohol también se emite por televisión en Guadalupe que tiene más de 200.000 vehículos para una población de más de 402.000 habitantes y las fuerzas de seguridad han anunciado fuertes sanciones para los malos conductores.
Petardos, cohetes y fuegos artificiales
Como cualquier isla del Caribe que se respete, no hay víspera de Año Nuevo en Guadalupe sin música. En las casas, los restaurantes, las fiestas privadas o los clubs nocturnos, los DJ profesionales o aficionados trabajan. Porque la Isla de las Bellas Aguas está “abierta” musicalmente, todos los estilos musicales caribeños e internacionales están representados (zouk, gwoka, biguine, cadence, compas, salsa, soca, reggae, merengue, dance hall, RnB, variedad francesa etc.).
Durante estas fiestas de fin de año, se regulan la venta y el empleo de petardos, cohetes y fuegos artificiales. El 31 de diciembre, cuando el reloj llegue a la medianoche, estallarán estos explosivos para saludar el año 2017.
La tradición del baño de medianoche en el mar y el baño de plantas locales con varios perfumes a casa perdura. Es el famoso “ben démaré” en lengua criolla. Su objetivo es purificar el cuerpo para comenzar el año nuevo en las mejores condiciones.
Por último, este primer día del año, muchos guadalupeños van a misa. Según la tradición, hay que llevar un traje nuevo o amarillo, en todo caso de colores alegres, un vestido de lunares para las mujeres, para tener la suerte de no necesitar nada durante el nuevo año…