¿Cuál es lo que le atraía en este proyecto?
Omar Sy : La historia de Chocolate me impresionó. Nacer esclavo, escaparse y hacerse un artista, es un trayecto increíble. Imagino la dosis de valor y de trabajo que necesitó para conseguir este proyecto. Yo encontraba también interesante la historia de su éxito y su caída. Chocolate hacía reírse a propósito de los estereotipos sobre los Negros. Cuando la sociedad evolucionó, comenzó a considerarles un poco mejor, ya no tuvo ganas de reírse de eso. Fue una buena cosa para las víctimas de racismo, y una mala cosa para él, porque cayó en el olvido. Chocolate era un artista. Tuve ganas que su historia, su trabajo y su talento fueran reconocidos. Para concluir, las películas de época con papeles para actores negros son más bien raras.
Tras el personaje del payaso Chocolate, hay un hombre : Rafael Padilla. ¿Cómo le considera?
Omar Sy : Como un gran niño que necesita ligereza. Nacer hijo de esclavo, y lo haber sido debe ser difícil. Sin ser esclavos, no tenemos siempre el sentimiento de ser libres. Entonces cuando es factual como fue el caso para Chocolate, me pregunto cómo se puede crecer, alcanzar su plenitud. Sin embargo, consiguió suus fines. Eso es muestra de una gran fuerza. Encontró la libertad en la interpretación, la risa, el placer. Además de esto, tenía que imponerse. Una vez en la cumbre, quizá se preguntara si era su verdadero sitio. Los momentos de gloria debieron de ser más difícil vivir para él. Imagino una vida en forma de montañas rusas : momentos extraordinarios seguidos de episodios de soledad. A mi modo de ver, si acabó por encontrarse en la calle, quizá también porque, inconscientemente, lo quisiera un poco.
Entre las similitudes de sus trayectos respectivos, como Chocolate, usted está casado con una mujer blanca, y ambos están implicados en la ayuda a los niños enfermos. ¿Es un poco sorprendente?
Omar Sy : En efecto, desde hace diez años, mi mujer se ocupa de una asociación para niños enfermos, y visito los hospitales para divertirlos. Entonces sí … Cuando descubrí que era también el caso de Marie y Chocolate, sentí escalofríos. Es también una de las razones para las cuales esta historia particularmente me conmueve. No nací esclavo. Soy libre, considerado un hombre como cualquier otro. Lo que constituye una diferencia enorme con el trayecto de Chocolate. Pero, puedo imaginar lo que pasaba por su mente. Además, tratando de comprenderle, comprendí cosas en mi.
Extractos de Interviú : Gaumont Presse