Del 12 al 18 de marzo, el Pavillon de la Ville recibió “La Semana cultural libanesa” en el marco del programa llamado “Identidades plurales”, lanzado por el servicio cultural del ayuntamiento de Pointe-à-Pitre. Este evento que permitió conocer mejor a uno de los componentes de la sociedad guadalupeña fue un éxito.
Hace más de treinta años, el Líbano ocupaba las portadas de los periódicos en Guadalupe y en todo el mundo a causa de la terrible guerra que se producía allá. Localmente, ésta había tanto marcado a la gente que un nuevo complejo en el municipio de Gourbeyre, construido en aquella época, hasta había sido apodado “Cité Liban” o “Beirut” a causa de los problemas entre vecinos que requerían que los gendarmes intervinieran. Aunque los habitantes de este complejo ahora viven en paz desde hace años, los apodos se quedaron… Aún hoy, cuando la prensa habla del Líbano, es sobre todo para mancionar la frágil situación política de esta región del Medio Oriente.
La “Semana cultural libanesa” que tuvo lugar del 12 al 18 de marzo fue una oportunidad para todos los libaneses y guadalupeños de origen libanés de mostrar otra imagen, una imagen positiva de su país o de la tierra de sus padres y abuelos. Por lo tanto, se propuso un verdadero viaje a los numerosos visitantes para descubrir el “País del Cedro” desde la época de los fenicios – este pueblo antiguo que vivían donde se sitúa actualmente el Líbano y que inventó, en particular, un alfabeto que se usa en el alfabeto griego y arameo – hasta nuestros días.
Guadalupe, una segunda patria
Rita Torbay es una de las personas que trabajaron para que este evento cultural fuera un gran éxito. De origen libanés, ella vive en Guadalupe desde hace 47 años. Aunque regresa al Líbano, esta isla del Caribe se convirtió en su segunda patria. “Vivo aquí desde hace muchos años, Guadalupe ahora es mi casa. Nunca fui víctima del racismo aquí. Estoy perfectamente integrada en la sociedad guadalupeña, mi nieto que crié es mestizo (…)”, dice ella.
Se necesitan cinco meses para preparar esta “Semana cultural libanesa”. Un artista (escritor, poeta y pintor) fue honrado. Fue Khalil Gibran quien nació en Bcharre en el Líbano en 1883 y murió en Nueva York en 1931. Se expusieron varias de sus obras pictóricas como su autorretrato, el retrato de su hermana Sultana, “Dos cruces“, “El centauro y el niño”, “La mujer descubre la naturaleza”, “La infancia y presencia de la maternidad” o “Le Monde divino”. Se presentaron cientos de objetos que pertenecen a familias de origen libanés que viven en Guadalupe en la planta baja y en el primer piso del Pavillon de la Ville. Se referían a la ropa, la cocina, el dinero, la música, la literatura, la religión o el rico pasado histórico de Fenicia.
Una gran exposición colectiva
También se hizo una presentación de las personas conocidas de origen libanesa en el mundo, como el presidente de Renault-Nissan Carlos Ghosn, el director de la NASA Charles Elachi, los actores Omar El-Sharif, Keanu Reeves y Salma Hayek, los cantantes Paul Anka, Guy Béart, Shakira y Francis Lalanne, los periodistas Charles Villeneuve, Antoine Sfeir y Léa Salamé, el entrenador de fútbol Mario Zagallo, la poetisa y escritora Venus Khoury-Ghata, etc. A nivel local, hubo el canta-autor y productor Henri Debs, el químico, cineasta y constructor Jean Bichara-Jabour o Patrick Karam, ahora vicepresidente del Consejo Regional de Île-de-France.
“Somos entre 1.500 y 2.000 personas de origen libanés en Guadalupe. Todo el mundo fue muy generoso. Cada persona participó en esta exposición trayendo algo de su casa, las únicas cosas que compramos fueron las reproducciones de las obras de arte de Gibran; se venden en el Museo Gibran en el Líbano”, dice Rita Torbay.
Durante esta “Semana cultural libanesa”, muchos guadalupeños fueron a ver a los libaneses que se codean sin conocerles realmente y conocer mejor uno de los componentes de nuestra sociedad desde hace 152 años.
La cultura para romper las barreras
“Estamos muy contentos del éxito de esta “Semana cultural libanesa”, tambén el ayuntamiento de Pointe-à-Pitre nos ayudó mucho. Antes, cuando hacíamos eventos, invitábamos sobre todo a los oficiales como el Prefecto, los Alcaldes, pero el padre Nicolas Taza, que también es el presidente de la asociación “Mission Saint-Charbel Guadaloupe”, nos pidió que recibiéramos a todos, que participáramos en esta semana abierta a todos. Estoy muy contenta porque muchos Guadalupeños – también turistas – vinieron a vernos y descubrir el país de donde venimos, el Líbano, y nuestra cultura. Cuando se sabe mucho del otro, las relaciones son más fáciles”, dice.
Los alumnos también visitaron esta gran exposición, hicieron muchas preguntas e incluso aprendieron a escribir sus nombres en árabico. Se organizaron dos conferencias sobre “Las obras de Khalil Gibran” y “El Líbano” que atrajeron a un gran número de personas. Entre las actividades artísticas, hubo, el sábado 17 de marzo, un espectáculo de dabkeh que es un baile tradicional libanés.
El Líbano, una tierra santa
Al día siguiente, el domingo, esta “Semana cultural libanesa” se clausuró con una misa oficiada por el Padre Taza según el rito maronita que tiene tres partes en arameo (idioma hablado por Cristo), es decir el comienzo de la misa, la segunda parte y la consagración. Además, durante esta exhibición, los organizadores quisieron mostrar que el Líbano es una tierra santa. En efecto, se dedicó una sala a la religión con, entre otras cosas, escenas bíblicas en imágenes, un cartel titulado “Seguir los pasos de Jesús en el sur del Líbano”, una mesa llena de objetos religiosos y un rosario grande hecho con calabazas, una magnífica obra del artista guadalupeño Zak Tikan. “Cristo predicó en el sur del Líbano. La Virgen María permaneció en Mantara, fue allá esperaba a su hijo cuando iba a predicar en la región (…) “, dice Rita Torbay.
La “Semana cultural Libanesa” debe renovarse para que todos puedan descubrir las riquezas de este país cuyos primeros nacionales llegaron a Guadalupe en 1866.